Cuando todavía no han pasado cuatro meses desde la constitución de la nueva Diputación de Castellón, el equipo de gobierno ya ha realizado los primeros cambios en su estructura, motivados por la salida del exalcalde de la Vilavella, Manel Martínez, que se produjo en julio tras difundirse unas polémicas grabacaciones. A este le sustituyó Lluïsa Monferrer, pero el presidente, José Martí, no se ha limitado a encargar a la burrianense las áreas del dimitido --que se reparten entre varios diputados-- sino que le otorga las carteras de Contratación y Compras (que tenía Ximo Huguet), Juventud (que ostentaba Tania Baños) y Mataderos, además de la Escuela Taurina.

Monferrer gana peso dentro del ejecutivo en un movimiento que tiene derivadas institucionales pero también políticas, pues durante la tensa negociación que dentro del PSPV provincial se produjo para elegir a los diputados, la no inclusión de la edila burrianense provocó el enfado de la alcaldesa, Maria Josep Safont. Ahora, la capital de la Plana Baixa no solo tiene su representante sino que Monferrer se queda con una área importante en lo económico (Contratación y Compras) y otra con mucha visibilidad (Juventud).

Según ha podido saber Mediterráneo, otros tres diputados asumirán las tareas que correspondían a Martínez. Santi Pérez se encargará de la Ingeniería Técnica y será portavoz socialista en la Diputación, mientras Patricia Puerta ejercerá de vocera del gobierno. Ximo Huguet asume la Oficina Técnica, aunque su principal cometido está en Concertación, donde tiene como reto «reducir los convenios singulares con ayuntamientos» según fuentes provinciales. Abel Ibáñez dirigirá el área de Parque Móvil, que también ostentaba Martínez.