Forman parte de la llamada generación Z. Han nacido y crecido en la era de las nuevas tecnologías. No conciben un mundo desconectado, sin acceso a internet o a redes sociales. Desde muy pequeños se han manejado con ordenadores, tabletas y smartphones. Pero internet esconde muchos peligros, sobre todo para ellos. De hecho, durante el 2018 en España más de 2.300 menores de edad fueron víctimas de ciberdelitos, 32 de ellos en Castellón, según datos del Ministerio del Interior.

Los menores víctimas de ciberdelitos van a más y en Castellón las infracciones más comunes son las amenazas y coacciones. Suponen la mitad de los casos, seguidas del grooming (abuso y acoso sexual en contra de niños y adolescentes), con siete delitos durante el último ejercicio. Cierran la lista las estafas (4 víctimas el año pasado en la provincia), la usurpación de la identidad (2) y los abusos sexuales, la corrupción de menores con discapacidad y el exhibicionismo, con un caso.

Pero para los expertos en estas cifras no están todos los que son. Save the Children acaba de publicar el informe Violencia viral basado en encuestas a menores, y concluye que casi la mitad de las adolescentes ha sufrido ciberacoso, una violencia que se da por primera vez entre los 8 y 9 años. «Muchos niños sufren en silencio abusos, acoso, insultos y humillaciones a través de las nuevas tecnologías. Es una violencia igual de real que la física, pero de la que no se puede huir y de la que apenas tenemos datos. Además, es una violencia que persigue a la víctima a través del teléfono móvil 24 horas al día, todos los días del año», explica Ana Sastre, directora de Políticas de Infancia de Save the Children.

Por sexos, más de la mitad de las víctimas menores de delitos a través de internet son mujeres (21 de 32), mientras que 11 son chicos. «El uso de internet tiene grandes beneficios y no se debe criminalizar. Enseñar a los jóvenes pautas y reglas para el uso seguro de internet es la mejor forma de prevenir cualquier tipo de violencia on line», argumenta Ana Sastre.