La tradición tiene vigencia cuando conecta lo que fuimos con lo que somos, como subraya el Betlem de la Pigà desde hace casi cuarenta años. La obra teatral costumbrista alumbrada por el poeta Miquel Peris y la compositora Matilde Salvador retrata en clave de humor el Castelló popular de principios del siglo XX, y sigue uniendo eslabones en la cadena de generaciones. El Betlem de la Pigà, pistoletazo de salida de la Navidad castellonense, empieza este año una nueva etapa con el estreno como directora de Laia Porcar, que releva a su tío Rafa Lloret, fallecido este verano tras veinte años al frente. La nueva directora reivindicó la «riqueza» de la obra y su capacidad para «poner en valor lo que nos une, que tiene que ver con la cultura, el folclore y la tradición», y apuntó la intención de aportar su «mirada» en esta edición del Betlem, «como homenaje» a la memoria del añorado Rafa Lloret.
El día grande del Betlem de la Pigà será el 21 de diciembre. A las 20.00 horas comenzará el pasacalles en la plaza Mayor, y a las 21 la obra en el Teatro Principal. Enric Porcar, representante del colectivo del Belén, explicó durante la presentación que las entradas saldrán a la venta el día 11 de diciembre a las 18.00 horas en las taquillas del teatro, y una hora después, a las 19, a través de internet. La alta demanda de entradas, según indicó Porcar, hace que se esté valorando que el año que viene, coincidiendo con el 40 aniversario, se realicen dos sesiones de la obra.
Por lo pronto, este año no faltan las novedades. Durante la presentación se desveló que el coro de la Generalitat valenciana ha recopilado y grabado las canciones originales. Este disco se presentará alrededor de los actos del Betlem de la Pigà, hacia el periodo navideño. También se dieron a conocer ayer los cuatros carteles diseñados por Àngela Moya, que simbolizan elementos característicos de la representación como la calabaza, el tabal, el molinillo y el portal. Asimismo, la edila de Cultura Verònica Ruiz mostró su agradecimiento a todos los que hacen posible, cada año, el Betlem de la Pigà, una tradición arraigada que implica a 150 personas de diez colectivos castellonenses.
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