No corren buenos tiempos para el sector pesquero de Castellón, un arte tradicional al que con el paso de los años se le van acumulando los problemas. A algunos de tipo estructural --falta de relevo generacional y una flota menguante, por ejemplo-- se añade este año una campaña de capturas especialmente mala, una presencia cada vez más preocupante del atún rojo en aguas provinciales y los bajos precios.

En cuanto a lo primero, un ejemplo es el del puerto de Castelló, que según los datos que recopila Puertos del Estado, hasta septiembre había gestionado 2.866 toneladas de pescado, un 33,9% menos que en el mismo periodo del año pasado. Muy por encima del descenso que marca la media nacional, del 6,08%. «Se ha notado especialmente entre las embarcaciones de cerco», explica el patrón mayor, Manuel Peña.

En estas estadísticas no se refleja el volumen de capturas del resto de puertos de la provincia, pero desde las cofradías confirman que está siendo un 2019 complicado. En Benicarló, por ejemplo, su secretaria, Silvia Ferrer, confirma pérdidas de 80.000 euros en el balance de este año respecto al pasado; y en el resto no aportan cifras pero coinciden en que se trata de un año «malo».

Demasiado atún

Una de las explicaciones que los marineros encuentran a este descenso es la masiva presencia de atún rojo en aguas castellonenses, un problema que no es nuevo pero que se está agravando año a año.

En ampliar una cuota demasiado reducida ven los marineros la solución. «Se tendría que dejar más margen para la pesca artesanal. Actualmente es de solo 500 kilos al año por barco», expone el secretario de la cofradía de Vinaròs, Jaime Federico. Desde el sector se quejan de que grandes grupos dedicados a la venta de atún, como Balfegó --situado en la vecina Tarragona--, ejercen presión para que no se incremente la cuota de capturas permitida.

«Es un depredador: se come la sardina, el boquerón, la caballa la merluza... Ahora hemos notado un descenso importante de la pescadilla y es también por este motivo. Estamos pescando un 15% de la que pescábamos», detalla Silvia Ferrer, secretaria de la cofradía de Benicarló.

Desde la de Burriana su secretario, Juan Bautista, ilustra mediante un incidente acaecido el jueves cómo de infectadas están las aguas castellonenses de atún rojo: «Entraron dos en las jaulas que tiene la piscifactoria en el mar y se comieron todas las doradas y las lubinas. Eso no es normal, y nos indica que ahora se tienen que acercar mucho a la costa para alimentarse».

Pescado muy barato

Pese a que la ley de la demanda marca que a menos producto sube el precio, lo cierto es que este año no se está cumpliendo con el pescado de Castellón. «Estamos muy cerca de la Navidad y el langostino, que es un producto de calidad, se está pagando a 20 euros el kilo, o incluso menos», indica Miguel Castell, presidente de la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores de Castellón. También el salmonete tiene un precio muy barato en los puertos.

La causa, según Castell, hay que buscarla en la entrada masiva en los mercados de productos de fuera de la Comunitat Valenciana, en parte por el progresivo adelgazamiento de la flota.

Y es que este es, quizás, el problema de fondo de más calado que afronta el sector: una falta de relevo generacional que hace que se desguacen cada vez más barcas. En Benicarló, Silvia Ferrer cuenta que en el puerto llegó a haber 44 embarcaciones. Ahora quedan 24, 15 de arrastre y 9 de artes menores. «Cuando se jubilen los patrones actuales, no hay nadie que les vaya a sustituir. Otro problema es que ahora se pide demasiada formación a los marineros», indica.

«Si los trabajadores ganaran un buen jornal, seguro que la gente se animaría más a salir a la mar», manifiesta Castell.

Normativa europea

En el horizonte también está el plan de gestión del mar Mediterráneo que quiere emprender la Comisión Europea, que despierta reticencias entre los pescadores castellonenses. El objetivo de dicho programa es reducir el tiempo que las barcas dedican a la pesca para fomentar la sostenibilidad de los caladeros. La previsión es que sea ya de aplicación en el 2021, tras varios retrasos