La situación del sector primario en la provincia no pasa por su mejor momento. La media de edad de los trabajadores es de más de 60 años y la producción de cítricos ha sufrido una fuerte bajada que será difícil de compensar.

Los sindicatos agrícolas de Castellón critican que la Conselleria de Agricultura, dirigida por Mireia Mollà, de Compromís, no actúe en este momento límite.

Carles Peris, secretario general de la Unió de Llauradors i Ramaders de la Comunitat Valenciana, señala particularmente «la decepción por el trabajo de la Conselleria en el día a día». Peris critica que «las palabras de la consellera» no se traducen en «actividad para dar solución a los problemas reales del sector».

Desde la Federación de Agricultores y Ganaderos de Castellón (Fepac-Asaja), su presidente José Vicente Guinot indica que «no se están cumpliendo los acuerdos de las instituciones para mejorar la situación de la agricultura».

La temporada anterior fue nefasta dentro del sector por los bajos precios de la naranja. «Por esta razón, se nos prometieron ocho millones de euros de minimis para compensar las pérdidas, pero nunca han llegado y ya no los esperamos», lamenta Guinot.

Ambos sindicatos señalan que los comienzos de la Conselleria fueron ilusionantes porque detectaron buenas ideas para el sector. Sin embargo, coinciden en denunciar su «inacción evidente desde hace meses». Una de sus mayores quejas es la burocracia: «Da muchos problemas para que los jóvenes puedan acceder a las ayudas. En vez de agilizar las cosas, las ralentiza», cuenta Peris.

Por estos factores, la sociedad civil de Castellón se movilizó creando la Plataforma per la Dignitat del Llaurador. La asociación nació para defender los intereses del sector citrícola en la provincia. Desde que comenzó su actividad ha impulsado movilizaciones en varias localidades. Uno de sus hitos fue la manifestación de los chalecos naranjas convocada en febrero de año pasado en Nules que reunió a miles de personas.

envejecimiento // El mayor problema del sector primario es la media de edad tan alta de sus trabajadores -superior a los 60 años-. Guinot considera que la Conselleria no ayuda al relevo generacional. «Hay expedientes de jóvenes que se han jugado mucho dinero y sus ayudas llevan años de retraso por su lentitud», cuenta. El presidente de Fepac avisa que «muchos trabajadores han afrontado la campaña pidiendo créditos para poder empezarla porque están descapitalizados». La cuestión de la falta de fondos es clave para Peris: «Si el sector no da dinero no llamará la atención de la gente joven para su futuro».

La vicepresidenta de la Generalitat valenciana, Mónica Oltra ha salido en defensa de su compañera de partido Mireia Mollà. «La Conselleria se reúne periódicamente con el sector agrícola y atiende a sus reivindicaciones y sus necesidades», señaló.