La pieza más importante del tejido industrial de Castellón, el azulejo, ya puede volver a producir tras la extinción del Real Decreto Ley 10/2020, que durante unos días limitó la actividad de los sectores considerados como no esenciales a través de permisos retribuidos para los trabajadores, y a fin de reducir el riesgo de contagios de coronavirus.

Algunas empresas ya volvieron a registrar movimiento desde ayer, si bien de manera limitada. La mayoría no volverán hasta el martes, una vez completados los días festivos de Semana Santa; e incluso en el caso de l’Alcora hay fábricas que lo harán el miércoles, al ser martes fiesta local.

Desde la patronal Ascer saludaron que se pueda retomar la fabricación, si bien destacaron que volver a la plena normalidad será cuestión de meses «y de forma diferente en cada empresa». Añadieron que la demanda «ha bajado estrepitosamente en las últimas semanas, debido a que nuestros principales mercados, como Europa y EEUU han tomado medidas de contingencia para frenar la propagación» de la pandemia. «Y por otro lado, el sector se está viendo amenazado en esos mercados por otros productores internacionales que no han tenido que parar su fabricación», incidieron. Algo que influirá en los resultados del año, que según los datos de Ascer en el 2019 facturó 3.757 millones de euros.

COMPLEJIDAD / «A partir de ahora la industria se enfrenta con una situación compleja en la que irá ajustando la producción a las necesidades de la demanda de sus clientes. Y en la que la recuperación se prevé larga y complicada», añadieron desde la patronal. Desde que estalló la crisis, los pedidos han bajado un 60% en uno de los meses de mayor actividad comercial. Esto supone aproximadamente una merma de 300 millones en la facturación.

La organización destacó que la vuelta a las líneas de producción «se realizará cumpliendo y respetando las medidas de seguridad y de prevención de riesgos para la salud sus trabajadores. El Ministerio de Sanidad ha actualizado el protocolo de medidas, que Ascer ha hecho llegar a todas sus empresas, y que desde antes del inicio del periodo de alarma ya se venía cumpliendo sobradamente», apuntaron en la patronal.

GRANDES GRUPOS / Ante el fin del decreto, uno de los grandes grupos, Porcelanosa, anuncia que tiene previsto retomar la producción el 20 de abril, «sin perjuicio de que a partir del 14 se vaya incorporando progresivamente personal para preparar y realizar un arranque seguro y ordenado. El objetivo es que el 20 todo esté a pleno funcionamiento, ampliando aún más si cabe las medidas de protección y prevención», detalló la empresa. Antes de que el Gobierno paralizara la industria no esencial durante dos semanas, Porcelanosa ya preparó una parada técnica, coincidiendo con los días de mayor número de contagios de coronavirus. «Dotaremos a los empleados de guantes, mascarillas, geles y termómetros y dentro del departamento médico están al 100% junto a los trabajadores», señaló Cristina Colonques desde el grupo.

En cuanto a Pamesa, la vuelta viene acompañada de medidas de prevención extraordinarias entre sus empleados, que desde el jueves están pasando pruebas de detección de coronavirus, a fin de descartar contagios entre el personal. Los controles tienen lugar en las instalaciones de la azulejera en Almassora, y con una serie de instrucciones para hacer un proceso ordenado.

El conglomerado de empresas presidido por Fernando Roig decidió mantener la producción hasta la entrada en vigor del Real Decreto Ley 10/2020. Para ello, como el resto de industrias del sector, adoptaron medidas de seguridad para hacer compatible el mantenimiento de la fabricación con la salud de los empleados. La mayor parte de ellos ya estarán el martes en las líneas de producción.

TEST / Por otro lado, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, mencionó que este retorno no irá acompañado de la realización de tests de detección a los trabajadores por parte de las autoridades públicas, si bien «sí se obligará a los que tenga síntomas a que no se desplacen a sus puestos». Desde el departamento autonómico se vio conveniente esta idea, aunque posteriormente puntualizaron que la prioridad a la hora de hacer pruebas la tiene el personal médico y de residencias, al contar con un número limitado.