Los médicos de familia, que serán ahora los encargados de controlar la pandemia, consideran que es urgente poder ir retomando con cierta normalidad sus consultas, visitando a su cartera de pacientes habituales dejada de lado tras estallar la crisis sanitaria. «Ellos también nos necesitan y no debemos aplazar por más tiempo las visitas, especialmente, de los pacientes crónicos que requieren un seguimiento. Todos los enfermos, sean de covid o no, tienen derecho a seguir siendo atendidos por su doctor», señala la facultativa María José Ribas, quien forma parte de la junta directiva de la Sociedad Valenciana de Medicina de Familia, que ha entregado un borrador a la Conselleria de Sanidad con los pilares fundamentales que deben regir la Atención Primaria a partir de ahora.

Poder testar a todos los casos leves, disponer de más personal y compaginar las consultas telefónicas con las presenciales son algunos de los puntos aportados, según explica esta médico que pasa consulta en el centro de salud La Bóvila de Vila-real.

Por su parte, el Colegio de Médicos de Castellón considera «idónea» la medida de que los profesionales de la Atención Primaria (AP) se encarguen del control de los test y de la vigilancia epidemiológica desde los ambulatorios. Sin embargo, advierte, como apuntan sociedades científicas, que para ello se precisan, además de una planificación adecuada para evitar la improvisación, recursos humanos y materiales y tener claro qué test se van a realizar y para qué.

equipos de protección // «Entendemos que es preciso que antes de iniciar esa tarea de control los profesionales tengamos equipos de protección adecuados que garanticen nuestra seguridad y la del paciente. Asimismo es necesario que hayamos pasado los test para conocer nuestra situación. Son dos medidas que, junto con una adecuada planificación y definición de tareas, han de estar resueltas antes de este lunes », señala el presidente del colegio, José María Breva, quien es médico de familia en el centro de salud 9 d’Octubre de Castelló.

Desde la entidad insisten en que es urgente «seguir controlando otras enfermedades crónicas y otras patologías, que forman parte de la actividad diaria. Estamos observando que la gestión de las agendas telefónica se está colapsando». Un facultativo atiende cerca de 30 llamadas al día.