El Ayuntamiento de Orpesa sale al paso de las acusaciones vertidas los últimos días por grupos ecologistas relacionadas con el futuro Centro de Interpretación del Mediterráneo (CIMED) que construirán en el término. Recuerdan que el proyecto es de iniciativa privada en suelo «exclusivamente urbano», no se localiza en zona protegida, concretamente indican la Renegà, así como que no se ejecutará en lugar de importancia comunitaria (LIC), ni está afectado por el Pativel.

La administración local manifiesta su compromiso de velar para garantizar la sostenibilidad del plan con el fin de que, si se lleva adelante, se realice cumpliendo la legalidad. Asimismo, instan a los promotores a explicar sus intenciones a la ciudadanía.

CONSENSO // En este sentido, el consistorio insta a la necesidad de dar a conocer con todo detalle las características de la propuesta, con el objetivo de contar con el «mayor consenso». Por otro lado, remarcan que el ambicioso recinto de investigación no afectará ningún espacio protegido, ya que está previsto edificarlo en Torre Bellver I, cuyo desarrollo fue aprobado en 1993. Al respecto, inciden en que esta zona está urbanizada y, de hecho, existen edificaciones en el entorno.

Además, argumentan que «si un planeamiento privado cumple todos los requisitos legales, el Ayuntamiento no tiene potestad para paralizarlo, sino que su obligación es corroborar que cumple con las normas y cuenta con todos los informes favorables».

La Fundación Azul Marino, entidad impulsora junto a la empresa Costa Bellver, prevén abrir el Centro de Interpretación del Mediterráneo en el 2021. Será una instalación divulgativa que ya ha comenzado sus obras en el término de Orpesa, junto a la vía verde entre la localidad y Benicàssim.

El complejo contará con una inversión de 4 millones de euros, para que el visitante lleve a cabo un recorrido interpretativo sobre la fauna y flora autóctona.