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misa multitudinaria en santa maría

Emotivo 'in memoriam' en la concatedral de Castelló

La concatedral se llena de autoridades y fieles en un sentido funeral diocesano. Medio centenar de familias reza por sus seres queridos, víctimas del covid-19

Emotivo 'in memoriam' en la concatedral de Castelló

In memoriam. La concatedral Santa María de Castelló acogió ayer el funeral diocesano en recuerdo de las víctimas de la crisis sanitaria del coronavirus en una emotiva misa a la que asistieron medio centenar de familias de castellonenses fallecidos durante la pandemia del covid-19. Profesionales de la sanidad, autoridades políticas y policiales y fieles de la provincia no faltaron a la cita eclesiástica oficiada por el obispo, Casimiro López. Entre los asistentes, estuvieron presentes la alcaldesa de la capital, Amparo Marco; el presidente de la Diputación; José Martí; y la subdelegada del Gobierno, Soledad Ten.

Las víctimas mortales registradas en la poblaciones de la diócesis de Segorbe-Castellón ascienden a 176 (hay 227 en toda la provincia), según el obispado. «Siguen viviendo en sus almas inmortales y un día nos podremos reencontrar con ellos si sabemos acoger la vida de Dios ya en nuestra vida mortal. A partir de esta certeza, los encomendamos a la piedad infinita de Dios, seguros que nuestra plegaria por ellos es el mejor homenaje a su memoria», indicó ayer el obispo.

Al concluir la celebración, se rezó un responso y Casimiro López reconoció que las palabras «quedan pobres para consolar» y que «solo la palabra de Dios puede dar paz y esperanza». El obispo reconoció la labor del personal de los hospitales y residencias de ancianos durante la epidemia.

La alcaldesa de Castelló apuntó que «se sale de una experiencia como esta con mucho dolor, pero también con más consciencia social y generosidad».

El próximo sábado, día 4, el obispo volverá a presidir una misa en recuerdo de las víctimas, pero esta vez en la catedral de Segorbe. La intención particular es hacerla por los sacerdotes José Blasco y Roque Herrero, por quienes no se pudo oficiar un funeral a causa de la pandemia, pero también será la ocasión de volver a orar por los fallecidos por coronavirus. Además, el 26 de julio, fiesta de San Joaquín y Santa Ana, patronos de los ancianos, está convocada una jornada diocesana por los afectados de la pandemia. En esta ocasión, se rendirá homenaje a los mayores, los más afectados por la crisis sanitaria, y se agradecerá el trabajo y sacrificio de tantas personas durante el confinamiento.

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