CELEBRACIÓN DEL CENTENARIO DE LA CORONACIÓN DE LA PATRONA, LA VIRGEN DEL LLEDÓ

¡Hasta pronto, Mareta de Castelló!

Tras 23 días junto a los castellonenses, la patrona ha vuelto este domingo a su basílica después de presidir la Eucaristía y la Sabatina y recorrer el centro de la ciudad en procesión rodeada del cariño de los fieles

La Virgen del Lledó, llegando a su basílica, tras 23 días en Castelló.

La Virgen del Lledó, llegando a su basílica, tras 23 días en Castelló. / ERIK PRADAS

Faltaban dos minutos para las siete de la tarde cuando una lluvia de pétalos de rosas de colores han caído sobre la Virgen del Lledó que lucía el manto de la coronación y que salía por última vez de la concatedral de Santa María (al son del himno nacional interpretado por la Banda Municipal) para dirigirse a su basílica tras 23 días de visitas y celebraciones con motivo del centenario de su coronación.

Después de la Sabatina, una vez más, la Lledonera ha estado acompañada por su pueblo, por el món de la festa, cofradías, grupos de danza que animaron el recorrido con sus bailes, exclavarios y experots, así como por numerosas invitadas ataviadas con teja y mantilla, la junta de gobierno de la Real Cofradía y autoridades civiles y religiosas en su recorrido por el centro y que abrió la enramà. Por la mañana ha sido la misa estacional.

Momento en el que la Virgen sale por última vez de la concatedral de Santa María, este domingo.

Momento en el que la Virgen sale por última vez de la concatedral de Santa María, este domingo. / ERIK PRADAS

No han faltado este año, por tratarse de una efeméride especial y tal y como sucede cada vez que la Lledonera llega a la ciudad, las imágenes de San Vicent Ferrer y los patrones de Castelló, Sant Cristòfol y Sant Blai, que también han procesionado junto a la patrona hasta llegar a la capilla de la Sangre, en la plaza María Agustina, donde un responso del obispo ha despedido a la Virgen hacia la basílica.

El traslado a su paso por la avenida de Lledó, junto al colegio de la Consolación.

El traslado a su paso por la avenida de Lledó, junto al colegio de la Consolación. / ERIK PRADAS

Emotivos momentos

Una vez más, los hijos de Castelló han querido estar junto a su Mareta y la han acompañado hacia su templo de la huerta, con el techo del altar renovado y nuevas luces led, donde ha llegado a última hora dela tarde d eeste domingo. Allí, los asistentes han vuelto a entonar los Gozos y la Salve y, después del besamanos, la Lledonera ha vuelto a su camarín, desde donde seguirá oyendo con anhelo las preces del pueblo de Castelló del que es llum i auxiliadora. 

La Virgen, ya en el interior de la basílica.

La Virgen, ya en el interior de la basílica. / ERIK PRADAS