La transición energética no es «una quimera» ni un objetivo a largo plazo, «va a pasar y tenemos que ser actores», por lo que «hay que acelerar el proceso». Es el urgente mensaje que el president de la Generalitat, Ximo Puig, transmitió ayer durante la presentación de la Estrategia de Hidrógeno Verde de la Comunitat, ya que no solo está en juego la sostenibilidad del proceso productivo, sino una más que respetable aportación de los fondos europeos para llevar a cabo esta transformación. Un proceso en el que Castellón será actor principal, ya que el sector de la cerámica, por su uso intensivo de energía, y las empresas del polígono del Serrallo, como generadoras de este recurso, tendrán un especial protagonismo.

Puig reunió ayer en la firma de este protocolo a 17 empresas innovadoras y patronales de la Comunitat para impulsar, con el apoyo de la Generalitat, los proyectos vinculados al hidrógeno verde en ámbito autonómico. De la provincia estuvieron presentes representantes de Ascer, Anffecc, Grupo Gimeno, UBE, BP y Aerocas.

El objetivo de esta estrategia es aglutinar los distintos planes que en este sentido ya se habían puesto en marcha o planteado por parte de las distintas empresas y así «tener más fuerza ante instancias europeas», explica la secretaria autonómica de Economía Sostenible, Rebeca Torró, que señala específicamente a BP como posible generadora de un «proyecto importante en Castellón», susceptible de acceder a los fondos.

Y es que la generación de hidrógeno verde, a través de un electrolizador, supondría «energía para la refinería, para el tratamiento de residuos y para el sector cerámico». Una estrategia de amplio espectro que es precisamente lo que se busca en ámbitos europeos, explica Torró. En este sentido, Puig explicó que el Gobierno central abrirá este jueves a las comunidades la primera llamada a proyectos susceptibles de ser financiados.

Tras la firma del convenio, Puig explicó que el hidrógeno verde es importante «porque las reservas de hidrógeno son ilimitadas, porque su potencial como combustible es enorme y porque va a ser fundamental para eliminar la contaminación atmosférica». Un proceso en el que es «fundamental» la colaboración público-privada, indicó el socialista, que también apostó por que «no haya que esperar al 2050 para la descarbonización», el plazo marcado por la Comisión Europea.

A la firma del convenio también asistieron el conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, Rafa Climent; la consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà; y el conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España.

Pese a la necesidad de que la transformación energética se tenga que acelerar, en gran parte por los efectos de la pandemia, Puig señaló que este proceso «estaba presente hace mucho tiempo» en los planes de las empresas más innovadoras.

Una muestra de que este tema está en el debate público es lo sucedido en el Ecoforum celebrado el mes pasado en el Auditori de Castelló, organizado por Mediterráneo. Durante las ponencias de expertos y las mesas redondas que se celebraron, y que reunieron a destacados representantes empresariales, el desarrollo del hidrógeno verde fue uno de los puntos fundamentales a tratar.

El director general de Calidad y Educación Ambiental de la Conselleria de Agricultura, Joan Piquer, indicó durante su intervención que la sostenibilidad de los procesos productivos tiene que ser «una estrategia de territorio» que debe implicar a las empresas pero «también a consumidores y a la sociedad en general».