El éxito del programa de vacunación en la Comunitat, que a día de ayer era la autonomía con un mayor porcentaje de dosis aplicadas --casi el 80% de las que se han distribuido--, ha llevado al president de la Generalitat, Ximo Puig, a plantear al Ministerio de Sanidad que flexibilice la distribución de las vacunas a las comunidades autónomas para que «las que ahora pueden vacunar más puedan avanzar más rápido». Una manera de premiar la eficiencia que, sin embargo, fue ayer rápidamente rechazada desde el Gobierno central, puesto que no quiere que este proceso «se convierta en una carrera entre CCAA».

Puig, en declaraciones a los periodistas tras el homenaje anual a Manuel Broseta, reconoció que se trata de una cuestión «muy delicada», pero propuso que en el reparto semanal del próximo lunes haya mayor flexibilidad para evitar acumular «un estocaje más allá del razonable» para la segunda dosis. «Se trata de ser más eficientes como país: si podemos vacunar más rápido, lo tenemos que hacer», declaró el socialista.

Para el jefe del Consell, esto no significa «en absoluto ninguna insolidaridad» con otras autonomías que pinchan más lento, puesto que unos criterios de que un reparto más flexible «no significa que no se mantenga el estatus de las vacunas que corresponden a cada comunidad».

«No hay medida restrictiva que pueda superar a las vacunas», resumió el president.

La propuesta encontró la rápida réplica en sentido negativo del Gobierno central, pese a que «celebra el ritmo de vacunación de la Comunitat Valenciana». Y es que el Ejecutivo que lidera Pedro Sánchez rechaza que el plan de vacunación «se convierta en una carrera entre CCAA». «El Estado seguirá asegurando la equidad en el reparto», indicaron fuentes de la Delegación del Gobierno en territorio autonómico.

Entre los argumentos que esgrimen para rechazar dicha petición están las palabras del ministro de Sanidad, Salvador Illa, que aseguró hace una semana que «no se trata de hacer un esprint, sino una carrera de fondo». «Ya han empezado a llegar las vacunas de Moderna, que se suman a las de Pfizer, y la previsión de esta compañía (Moderna) es que en las próximas semanas lleguen a España 600.000 dosis de esta vacuna», añaden desde el Gobierno.

La puerta no está del todo cerrada a introducir cambios en el plan de vacunación. Sin embargo, se antoja difícil, ya que dependería de que el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, donde están representadas comunidades autónomas, acordara un cambio de las reglas, según las mismas fuentes. Una posibilidad remota, ya que no es probable que las autonomías que van más retrasadas lo aceptaran.