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DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Las mujeres suponen casi el 40% de los autónomos en Castellón

El número de autoempleadas baja en el peor año para la economía mientras aumenta el de varones

Las mujeres suponen casi el 40% de los autónomos en Castellón

La crisis del coronavirus ha tenido efectos en la economía nunca vistos, que ha castigado especialmente al sector de los trabajadores autónomos y, más aún, a las mujeres, que en Castellón representan casi el 40% de los más de 40.000 profesionales por cuenta propia y han experimentado un retroceso en el último año. Así lo refleja la federación nacional de asociaciones de trabajadores autónomos ATA.

En concreto, en la provincia de Castellón hay 40.816 autónomos, de los cuales 15.636 son mujeres, lo que representa un 38,3% del total, según los datos correspondientes al cierre del 2020. Esta cifra representa un retroceso del 0,7% respecto al ejercicio precedente, con la baja de 104 trabajadoras. El descenso contrasta con el avance experimentado por los varones, con 95 autónomos más (+0,4%).

La mayoría de las autónomas desempeña su labor en servicios. En cambio, otros ámbitos, como el de la construcción y sectores vinculados, son más masculinizados.

TENDENCIA / Sin embargo, Castellón no es una isla en medio del océano. Según indican desde ATA, a nivel nacional el 2020 ha roto la tendencia de los últimos años, pues hasta ahora eran las féminas las que empujaban el crecimiento del régimen especial de trabajadores por cuenta propia. En cambio, en el último año se han registrado 1.933 menos (-2%) frente al aumento de los varones, con 4.046 nuevos autónomos (+0,2). Una caída que no se producía desde el 2012.

Para Candela Carrera, responsable del área de Mujer de ATA, esto se debe a que la mayoría de las autónomas emprende en el sector servicios, fundamentalmente en el comercio, que es uno de los más castigados por la crisis sanitaria. «Estamos sobrerrepresentadas en actividades que en la actualidad corren un alto riesgo y que necesitan una adaptación rápida y segura al nuevo modelo que se impone tras la era covid», explica. «Aparte, pesan aún más las dificultades que encontramos desde que nos iniciamos en la actividad hasta que nos jubilamos, tenemos menos posibilidades de acceso al crédito bancario, dedicamos el doble de horas que nuestros compañeros al trabajo no remunerado, la brecha digital de género sigue siendo una asignatura pendiente y todo ello repercute en que al final de nuestra vida laboral nuestras pensiones sean más bajas», concreta. Por eso, urge que los fondos destinados a la recuperación económica del país lo tengan en cuenta a la hora de establecer el reparto de las ayudas a los distintos sectores.

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