Más que un simple negocio, el Bar Urbano es patrimonio de la ciudad Castelló. Bueno, más bien era, pues este miércoles ha sido el último día en el que el conocido establecimiento con forma de autobús situado en la Avenida Rey don Jaime ha estado abierto. El matrimonio formado por Urbano Grau y Asención Adell, que llegaron a la capital de la Plana procedentes de Olocau del Rey a mediados del siglo XX, fueron los fundadores e impulsores de un negocio que se ha visto obligado a echar el cierre este 30 de junio del 2021 “sobre todo por motivos económicos. La crisis del coronavirus y las restricciones que ha traído consigo nos han dado la puntilla”, afirman Gerardo y Alfredo Grau. 

Adiós a uno de los establecimientos más conocidos de Castelló por su peculiar forma. MEDITERRÁNEO

El Bar Urbano, abierto los últimos 61 años, dejará a partir de este jueves de servir sus conocidos ximos caseros, sus jugosas tortillas, sus típicos ‘cremaets’… En su lugar no se sabe muy bien qué o quién tomará el relevo. “Ahora mismo estamos preocupados por el presente más que por el futuro. Cada uno nos buscaremos la vida”, añaden Gerardo y Alfredo, que no ocultan su pesar por este cierre: “Nos ha sido imposible aguantar por varios motivos, pero sobre todo porque entre el confinamiento y las restricciones el negocio no es sostenible. Todavía hoy tenemos que tener un aforo del 50% y en un bar como el nuestro, para el que la barra es fundamental, la situación no se puede aguantar”.

Las reacciones entre la fiel clientela del céntrico establecimiento no se han hecho esperar desde que se publicara el mensaje en redes sociales. “Sois parte de la historia de Castelló”, confesaba un usuario. “Una verdadera lástima. Un cachito de historia del Descarregaor se apaga hoy. Esa terracita le echaremos mucho en falta”, añadía otro cliente. “Que falta mos fareu, i quin forat deixeu a Castelló”, apostillaban. 

De La Confianza al autobús

Más allá de la cocina del Bar Urbano, una de las características que ha diferenciado al negocio es sin duda su forma de bus, aunque no siempre fue así. De hecho fue en 1990 cuando Urbano y Ascensión, junto a sus cuatro hijos varones, decidieron reformar el Bar La Confianza convirtiendo la fachada de su establecimiento en una de las más populares de la ciudad.

La fachada del Bar Urbano de Castelló, una de las más fotografiadas de la ciudad.

Hay que recordar que en un primer momento Urbano Grau y su mujer trabajaron en la taberna La Confianza situada frente a la ubicación actual, adquiriendo posteriormente el traspaso del local. Finalmente, al no cumplir las condiciones necesarias por la antigüedad del mismo, tuvo que emplear sus ahorros en comprar el bar que todos conocemos y que este miércoles ha tenido que cerrar de forma indefinida. En un primer momento, el local ‘heredó’ el nombre originario de La Confianza, pero como los clientes se referían siempre al mismo como “El Bar de Urbano”, finalmente se rebautizó con la denominación actual, con la que se le ha conocido desde entonces. 

El frontal del autobús. Todo un clásico de Castelló.

El siguiente gran cambio, y quizá el más significativo, fue el del peculiar diseño del bar que se asemeja al de un autobús londinense, con la fachada pintada de rojo y algunos detalles originales como la parte delantera adquirida en un desguace de un camión. El ‘culpable’ de este innovador proyecto fue el arquitecto Fernando Calduch. 

Imagen del interior del popular establecimiento del centro de la capital de la Plana.

Para concluir, uno de los muchos mensajes recibidos por el Bar Urbano desde que se conoció su despedida: “Cada vez quedan menos clásicos”. Desde aquí, suerte para la familia Grau Adell. Ya se os echa de menos.

Imagen del interior del Bar Urbano. Más que parada solicitada, lamentablemente parece haber llegado a su destino final.