Castelló dio ayer un importante paso adelante en el largo y minucioso camino hacia la tramitación definitiva del Plan General. La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) trasladó al Servicio Territorial de Urbanismo su informe favorable respecto a los documentos presentados por el Ayuntamiento de la capital de la Plana, que salva así uno de los principales escollos para aprobar el plan estructural. «Es una excelente noticia», resumió José Luis López, edil de Urbanismo de Castelló.

«Es un nuevo e importante paso en la tramitación, que nos acerca a la aprobación final del ordenamiento urbanístico, que prevemos concluir dentro de este año», añadió el concejal. El propio López, tras la junta de gobierno de la semana pasada, agradeció la «agilidad» en las comunicaciones con la Territorial de Urbanismo, y apuntó que todavía faltaban varios informes clave. Uno de ellos, y de los más importantes, era el de la CHJ, que llegó ayer y además sin tener que realizar rectificaciones. «Aún estamos pendientes de otros informes como el de Carreteras o el de Educación, que confiamos que estén en el plazo de tiempo más breve posible», añadió López.

La capital de la Plana ve de este modo más cerca el deseo de tramitar el plan general de manera definitiva antes de 2022. Por lo pronto, cuando estén todos los informes, se convocará la Comisión Territorial y, en caso de que sean favorables, se podrá llevar al pleno la aprobación del plan estructural. En esa misma cita, el consistorio prevé también aprobar el plan pormenorizado, en el que trabaja en paralelo. La intención es elevar ambos el mismo día a pleno para poner fin, de una vez, a una década de inseguridad urbanística en la capital de la Plana. «Castellón está más cerca de tener nuevo Plan General una década después de que se anulara el anterior planteamiento», indicó López. «Es la palanca de recuperación que necesita la ciudad para atraer inversiones y generar nuevas oportunidades», añadió al respecto.

El análisis 

En su informe, la CHJ ha analizado la situación del término municipal, el cual está atravesado por diversos cauces, entre los que se encuentra el río Seco, el barranco de Els Canters y el barranco de Sol. Este último tiene «serias afecciones» por inundabilidad como el Hospital General. En el documento se han valorado aspectos como la afección a los cauces o el saneamiento y depuración de aguas residuales. También se indica que, con el «previsible crecimiento» que contempla el plan general de Castelló, se prevé implantar una nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales. En el estudio de inundabilidad se incluyen otros barrancos como el de Almassora o el de Fraga.

El Plan General estructural que Castelló pretende aprobar antes del 2022 prevé 1.496.271 metros cuadrados de zonas de nuevo desarrollo residencial, 2.216.139 de suelo industrial, y 767.057 de terciario, lo que permitirá el desarrollo de nuevas viviendas y actividades industriales, y contribuirá al crecimiento social y económico. El nuevo modelo territorial, apuntaron desde el consistorio, se fundamenta en la búsqueda de la sostenibilidad del territorio, la preservación de sus valores y la identificación de sus recursos y potencialidades, con la finalidad de conseguir mejorar la calidad del hábitat, la mejor percepción del entorno y la mejora en la calidad de vida de la ciudadanía.