"Lo mismo de siempre". Es el lamento de una vecina del Grau de Castelló, expresado a través de las redes sociales, respecto al aspecto que presentaba este fin de semana el Pinar a primera hora de la mañana. Cascos de botellas, papeles, mascarillas... todo desperdigado por el suelo, dejando una impresión de este espacio natural muy alejada de la que sería deseable.
En esta ocasión, la basura se acumulaba en la zona de la terraza del restaurante. Pero no es ni mucho menos un hecho anecdótico, ya que en los últimos meses, y también coincidiendo con las restricciones de la pandemia, el Pinar se convirtió en un punto de encuentro habitual para el botellón. Un refugio, en definitiva, para los castellonenses que querían estar al aire libre, por ejemplo durante el cierre perimetral en la capital de la Plana por el alto nivel de contagios.
De hecho, no era raro ver a grandes grupos, a veces de decenas de personas y a plena luz del día, que se juntan en las mesas para beber alcohol.
Es por ello que los vecinos reclaman más vigilancia a la Policía Local y más contundencia a la hora de interponer multas. "Yo cobraba entrada y pondría vigilancia y una patrulla fija", manifiesta un usuario de redes sociales en la publicación en la que aparece la foto. Una medida quizás demasiado extrema, por lo que la mayoría optan, simplemente, por reclamar un poco más de civismo a los usuarios. "Cada vez que yo organizo algo, somos 15 o 16 personas pero acerco un contenedor y siempre lo dejamos todo limpio, ni un papel por el suelo", relata una de ellas.
Hay que mencionar, por otro lado, que esta suciedad se suele encontrar a primera hora de la mañana, y que poco después es retirada por los servicios municipales de limpieza, como también reconocen los vecinos en las redes.
