Cuando los ‘rotllets’ y ‘primes’ son tradición en Castelló
Las festes de carrer retoman la costumbre de pastar. Harán 55.000 de estos dulces en 20 días
Pastar rotllets y primes es una de las tradiciones más queridas por los castellonenses y estos días la reviven con la celebración de les festes de carrer, otra costumbre de soca muy arrelada en la Plana. El Forn de Miravete Sebastiá se convierte estos días en el epicentro de esta práctica por parte de las vecinas de las calles Santa Bárbara, el Raval de Sant Félix (que este fin de semana celebra su fiesta grande con Roberto Calero y Lidón Andrés como clavarios y, como entrantes, José Gas y Teresa Nebot) y Virgen de Lidón.
Entre animadas conversaciones castelloneras y un ambiente magnífico, las vecinas pasan la mañana que concluyen con un buen arròs al forn. La receta de los rotllets que luego envolverán en papelitos de seda de colores es sencilla pero magnífica: azúcar, harina, aguardiente y aceite. Y, para las primes, la misma pero sin el azúcar aunque sí que será glaseado. Luego, en las respectivas festes de carrer se reparten entre el vecindario y asistentes a los actos.
En estos 20 días, serán un total de 55.000 de estos dulces los que pasten y cocinen en estas instalaciones. Una costumbre que tiene lugar desde hace más de 50 años y que supone toda una fiesta para las participantes, recuerda Joan Miravete en declaraciones a Mediterráneo. Es, sin duda, uno de los hábitos más bonitos que aún permanecen en la ciudad de Castelló y una costumbre que se resiste a desaparecer. Porque un pueblo sin tradición es un pueblo sin porvenir.
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