El Ayuntamiento de Castelló continúa manos a la obra para tratar de reducir la factura energética, sumando medidas que amortigüen el impacto de la crisis global del sector en las finanzas locales. Así, y siguiendo la instrucción de la alcaldesa, Amparo Marco, de implementar medidas de ahorro energético en edificios municipales, se está estudiando la viabilidad de instalar placas fotovoltaicas en los centros educativos de la ciudad.
«Es muy importante implementar medidas de ahorro energético y por ello se está trabajando desde hace tiempo en proyectos de eficiencia energética, como los impulsados con fondos europeos», aseguró al respecto la alcaldesa de Castelló, poniendo en valor «la importancia de estas acciones en un contexto global de encarecimiento de los costes energéticos, que afectan tanto a la administración como a las empresas y las familias».
En esa línea, el edil de Educación, Francesc Mezquita, explicó que la instalación de fotovoltaicas sería «importante, primero, para rebajar la factura energética de los centros, que no es sostenible, y también, porque en el contexto actual es necesario afrontar los retos de la emergencia climática, y debemos ser autonómos y sostenibles».
Otras iniciativas
En los últimos tiempos, Castelló está sumando fuerzas para reducir gastos energéticos, impulsando nuevos proyectos y acelerando otros previstos.
De hecho, este diario ha informado en los últimos días no solo del auge de las renovables --con listas de espera de tres meses y con la potencia de autoconsumo triplicada en un año- sino también de varios de estos proyectos, como los seis cofinanciados por la Unión Europea que permitirán la reducción del gasto energético en distintas instalaciones deportivas; o el proyecto piloto 50/50, que ha arrancado este curso en cinco colegios, y que se pretende ampliar en próximos años con el objetivo de reducir hasta un 30% el gasto en energía. No en vano, según los datos que maneja la Concejalía de Educación, los gastos han subido. Poniendo como ejemplo el colegio Gaetà Huguet, se ha producido un aumento del 8,3% en el gasto medio en luz respecto al año pasado, y se ha triplicado el de gas.
En paralelo, desde la concejalía de Transición Ecológica está en marcha la elaboración de un mapa solar que informe del potencial de las cubiertas para la instalación de fotovoltaicas y acelerar el autoconsumo en los edificios generales. Asimismo se ha creado la primera comunidad energética local para favorecer este autoconsumo.
