La otra noche soñé que estaba jugando al golf, sin caddie ni cochecito y llevando a cuestas todos los palos. Me desperté empapado en sudor y estigmatizando a quienes hacen deporte pero dejan que sea un anónimo quien haga el esfuerzo físico. Pijos les llaman por ello. La vida también sigue ese patrón: unos se ponen las medallas y otros cargan con el muerto. Yo mismo reniego del trabajo y prefiero lucir en el birdie, ora delegando en el curro ora en columnas como esta.  

Mi pesadilla se originó tras la suspensión del juicio por la titularidad de las acciones de Castellnou SL por la ¿inoportuna? enfermedad del abogado de Manolo García, socio del expresidente David Cruz en esa operación denunciada por el impago del contrato. El aplazamiento no parece vaya a evitar una sentencia favorable a Osuna y Blasco.

Con todo y con eso, se antoja improbable que el juez les devuelva las acciones y, con ello, la propiedad de la SAD. Primero porque ni siquiera creo sea el objetivo del tristemente famoso intermediario de futbolistas y del desacreditado gestor valenciano, cuya relación se ha visto rota a raíz de la demanda de Sentimiento Albinegro y la tasación pericial del expolio del club en más de seis millones de euros. Y segundo, porque las sucesivas reducciones de capital han desintegrado aquel porcentaje mayoritario. Como tampoco esta crisis es nueva en el mundo mercantil, la solución pasará por una indemnización a los anteriores dueños, que supongo también quedará embargada por la susodicha demanda de los accionistas minoritarios.

Para mí, el verdadero beneficio de esta sentencia pendiente pasa por aliviar a Montesinos y Capital Albinegre de los compromisos contraídos en la adquisición de las acciones de Cruz, pues en probidad nunca fueron suyas. Y si en su día se arguyó que éste accedía a vender a cambio de que no se facilitara la investigación judicial contra su gestión --una confesión implícita del delito cuya absolución permitía su salida definitiva del Castellón--, eliminada de facto esa premisa, en tanto que Montesinos pasa a negociar sus obligaciones con Osuna, también se le puede considerar liberado para colaborar con la justicia.

Va siendo hora de que Sentimiento Albinegro deje de ser el tonto que carga con los palos para que los pijos puedan seguir luciéndose sin preocuparse y despertemos todos de esta pesadilla digna de Sigmund Freud