Esta no ha sido la temporada del CD Castellón. El conjunto albinegro salía a la competición con el propósito de afianzarse en Reto Iberdrola, tras salvar la categoría la pasada campaña en su debut en la novedosa categoría de plata del fútbol femenino nacional. Pero la campaña no ha sido nada fructífera. Y eso que el cuadro orellut comenzó de forma ilusionante (de hecho, en verano, se adjudicó el prestigioso campeonato el COTIF celebrado en l’Alcudia) y, de la mano de Miguel Armenteros (el artífice tanto del ascenso a la Reto Iberdrola y también de la permanencia del pasado ejercicio), sumó siete de los primeros 12 puntos.
Sin embargo, después encadenó una dinámica de cinco jornadas sin ser capaz de sumar victoria alguna, que llevó a la destitución del entrenador en noviembre del año pasado. La decisión se tomó cuando las de la capital de la Plana sumaban tres victorias en 10 partidos, unos números que le situaban en la 12ª posición. El relevo estaba en casa, ya que el club decidió que el coordinador del fútbol femenino y exjugador del primer equipo albinegro, Quique Guillamón, se encargara de reconducir una situación que comenzaba a preocupar en aquel instante.
En picado
Pero lo cierto es que la decoración no mejoró en la escuadra albinegra, que desde entonces únicamente ha conseguido dos victorias en 18 encuentros y no ha podido saborear las mieles del triunfo en sus últimas 15 confrontaciones ligueras. Casi nada.
Con esos números ha sido imposible ya no conseguir la permanencia, sino eludir las dos últimas plazas de la clasificación, que este año conducen a un segundo descenso consecutivo, pese a que las de Guillamón lograron sus últimos triunfos, curiosamente seguidos, ante el Betis B y La Solana.
La poca eficacia cara a gol, especialmente en la segunda parte de la competición, ha acabado siendo una losa demasiado pesada para las castellonenses, quienes se han quedado a cero en la mitad de los últimos 15 compromisos disputados. A este factor hay que añadir la fragilidad defensiva en muchos compromisos, lo cual ha llevado a las albinegras a encajar 19 goles en sus últimos cinco partidos, justo en la fase de la competición en la que se jugaban la permanencia.
Hace dos semanas, el Castellón confirmó su descenso a Tercera RFEF. Y el pasado sábado, con su derrota en el campo de La Solana, consumó su descenso a Primera Nacional, el que ya será el cuarto nivel del fútbol femenino.
