Rubén Torrecilla cogió las riendas del CD Castellón a mediados del mes de julio. En el equipo tan solo había un grupo de jugadores con contrato en vigor y se había cerrado la incorporación de un nuevo futbolista: el lateral diestro Manu Sánchez. El club estaba en un limbo porque Vicente Montesinos seguía preparando su salida y desde la dirección deportiva la actividad estaba totalmente parada al no saber quién regiría los intereses del equipo en la campaña 2022/23.
El técnico extremeño era consciente de que su proyecto requeriría de bastante tiempo para encajar todas las piezas y que empezara a rodar como él esperaba. Sin embargo, poco más de un mes y medio después de arrancar la temporada en Primera Federación de forma oficial, los resultados acompañan, el equipo compite a un gran nivel y el vestuario es una piña. Pero, ¿cómo ha logrado Torrecilla que el Castellón sea tan pronto un equipo en mayúsculas y su rendimiento esté siendo tan alto?
Al margen de lo puramente deportivo, con una adecuada preparación física desde la pretemporada y una rápida adaptación a los esquemas tácticos del nuevo míster de todos los jugadores, el aspecto psicológico está siendo una de las claves. Torrecilla trabaja todos los aspectos del juego pero, además, está consiguiendo mantener a todos sus futbolistas enchufados con independencia de que jueguen más o menos, y ha logrado formar un grupo que está muy unido fuera del campo y eso fortalece el aspecto deportivo.
El técnico del Castellón propone actividades grupales al margen de los entrenamientos para que los jugadores se sigan conociendo y el equipo gane cohesión. Durante la pretemporada ya se los llevó a jugar a golf un par de veces y, desde que arrancó la competición oficial, cada dos o tres semanas hacen una comida de equipo, les obliga a llevar un tentempié a los jugadores que cumplen años para celebrarlo cada mes tras los entrenamientos e, incluso, les invita a quedar entre ellos en los días libres, sobre todo a aquellos que están más solos en la ciudad al ser de fuera o no contar con la compañía de sus familiares.
Entrenador... y psicólogo
Estas situaciones, que son de lo más cotidianas, están contribuyendo a que el Castellón haya empezado como un tiro. Tercero en la clasificación, a solo dos puntos del líder Eldense y colíder Alcoyano --rival de los albinegros este sábado en El Collao-- y siendo el mejor equipo local al haber sumado doce puntos de doce posibles. Un grupo en el que Torrecilla está sabiendo gestionar los momentos de euforia, no permitiendo a los suyos que se dejen llevar por el entorno, y a los que va preparando poco a poco para cuando la situación no sea tan buena como la actual y haya que hacer frente a algunos periodos más complicados. La competición, como repite una y otra vez, es una carrera de fondo y hay que estar preparado para todo.
