LA FACTURA PARA LA INDUSTRIA

Cerámica en Castellón: pasar del gas natural al hidrógeno duplicará el precio de sus productos

La patronal del sector, Ascer, presenta estudios relacionados con la sostenibilidad

La presentación de los informes se ha hecho en la sede de Ascer.

La presentación de los informes se ha hecho en la sede de Ascer. / B. Martínez

Bartomeu Roig

Bartomeu Roig

Las autoridades de la Unión Europea tienen muy claro que antes del 2030 hay que reducir un 55% las emisiones de CO2 a la atmósfera respecto al año 1990, mientras que en el 2050 esta rebaja tiene que ser del 100%. Por esta razón, de forma continua se habla de las necesidades que tiene la industria para adaptarse a estas condiciones. En el caso de la cerámica de Castellón, desde hace tiempo se señala que la solución pasa por sustituir la actual fabricación a base de gas natural y adoptar el hidrógeno verde, generado a través de fuentes energéticas sostenibles.

Un desafío que por el momento se mueve en el campo teórico, porque en estos momentos no existe tecnología adaptada a estos procesos, ni tampoco había estudios sobre el coste de la factura para los fabricantes azulejeros y sus clientes. Para disponer de datos y poder sacar conclusiones, la patronal Ascer ha encargado un estudio, que revela que el camino será largo y complicado.

Menos competitividad

El informe, presentado por José Luis Quintela, de la firma IAG Ingenieros, concluye que es necesaria una elevada inversión para dar el paso al hidrógeno, y que esto será una nueva traba para la competitividad del sector. "Se duplicaría el precio de venta actual", menciona.

En estos momentos, el precio medio de exportación de los productos cerámicos se sitúa en 9,92 euros por metro cuadrado.

Si en vez de estar fabricados con gas se tiene que utilizar la energía renovable y el hidrógeno, este coste se dispararía en una horquilla que va entre los 9,61 y los 10,81 euros por metro cuadrado, dependiendo del peso que tendría el uso del hidrógeno verde en el proceso, y de si la electricidad necesaria vendría de plantas solares o eólicas.

José Luis Quintela presentó el informe sobre el coste de la descarbonización de la cerámica.

José Luis Quintela presentó el informe sobre el coste de la descarbonización de la cerámica. / David García

En detalle

El estudio parte de la base que el consumo energético de la cerámica fue en el 2022 de 16,6 teravatios hora, de los que la gran mayoría, (14,87 Tw/h), procedieron del gas natural, mientras que la electricidad fue de 1,73 Tw/h.

En cambio, las necesidades energéticas con plantas de hidrógeno verde serían superiores: de 18,18 Tw/h. Además de alimentar a los hornos, también hay que reservar energía para alimentar baterías. Generar este volumen necesitaría destinar, solo para la industria cerámica "134,5 kilómetros cuadrados de paneles solares y 1.116,3 kilómetros cuadrados de parques eólicos", comentó Quintela. Unas superficies que equivalen a 18.900, o 156.400 campos de fútbol, respectivamente.

Fuerte inversión

Los cálculos incluidos en el estudio muestran que la inversión necesaria "supondría entre 11 y 15 veces la facturación del sector cerámico español en el ejercicio 2022". Si ese coste se divide de forma anual, se cifra en unos 4.300 millones de euros, que equivalen al 77,6% de toda la facturación anual. Un coste inasumible con la tecnología que hay ahora disponible.

El autor del estudio también puso de manifiesto que, en el caso de generar el hidrógeno a través de energía nuclear, las necesidades de superficie se reducirían de forma drástica. "Es una energía que no genera CO2", apuntó.

A todos estos retos se añaden aspectos como el coste de las conexiones eléctricas entre el punto de origen de la electricidad renovable y las fábricas.

Para el horizonte del 2030 existe una alternativa, que sería el uso del biogás. Una tecnología que no supondría ningún cambio en la maquinaria de fabricación. Pero en estos momentos no hay suficiente producción que permita sustituir al gas natural por esta variante. Y tampoco se podría generar la suficiente biomasa y residuos en el 2050 para satisfacer la demanda del azulejo.

Valoraciones

El secretario general de Ascer, Alberto Echavarría, expuso que la cerámica "se encuentra en una situación compleja, que obliga a tomar decisiones, por lo que necesitamos certezas e información". A lo que añadió que la industria "está firmemente comprometida con la descarbonización y la optimización en el consumo de recursos naturales, así como con la más estricta protección de la salud de los trabajadores".

Echavarría añadió que, "a pesar de los hitos alcanzados históricamente en reducción de emisiones por las empresas, nos encontramos en una encrucijada, puesto que los objetivos marcados y los plazos establecidos no son realistas ni alcanzables como vienen a demostrar los estudios". En cambio, los competidores asiáticos, el continente que más ha incrementado las emisiones de CO2 y que no tiene normativas medioambientales como las europeas, pueden vender a precios mucho más bajos.

Hornos, ecoetiquetas y gestión de materiales

La jornada aportó detalles sobre otros aspectos relacionados con el azulejo. Por un lado, se expuso que el uso del oxígeno en los hornos (algo que se hace en la fabricación de fritas) supondría un ahorro del 4,5% de gas natural, y una reducción de costes de unos 40.000 euros al año.

Ana Mezquita, del ITC, detalló el resultado del estudio sobre la incorporación del oxígeno a los hornos de cerámica.

Ana Mezquita, del ITC, detalló el resultado del estudio sobre la incorporación del oxígeno a los hornos de cerámica. / David García

Unas cifras que apenas compensarían la inversión. Además, se dio a conocer la renovación de la ficha medioambiental de los productos cerámicos, con una ecoetiqueta que reconoce el elevado periodo de vida de la cerámica, lo que mitiga las emisiones de CO2 para su fabricación. Por último, se presentaron los resultados del estudio sobre la información asociada a las materias primas. Unos informes realizados a cargo del Instituto de Tecnología Cerámica (ITC).