LA UE PREPARA UNA NORMATIVA

Cerámica en Castellón: la escasez de materias primas irá a más en los próximos años

La dependencia de Europa de las importaciones es uno de los factores críticos para la industria

Operación de carga de arcillas en PortCastelló.

Operación de carga de arcillas en PortCastelló. / Mediterráneo

Bartomeu Roig

Bartomeu Roig

Las compañías del clúster cerámico de Castellón no solo tienen que atender a la falta de demanda, los costes energéticos o la descarbonización. Tener materias primas de calidad y con unos precios sostenibles se suma a estos desafíos. El caso más notable de Castellón lo constituye la guerra de Ucrania, que interrumpió de golpe el envío de arcillas blancas procedentes de este país. También existen problemas en el segmento de los esmaltes, con el fuerte encarecimiento de numerosos elementos con los que elaboran sus productos.

La Unión Europea, preocupada por esta situación, ultima una legislación para que sea aplicada en los países miembros. Desde el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC-AICE), Vicente Lázaro, de la Unidad de Inteligencia Competitiva, destaca que la normativa «tendrá implicaciones significativas para el tejido industrial y, evidentemente, para el sector cerámico».

Horizonte 2030

El investigador detalla que la motivación obedece a «la voz de alarma que hay ante materias que empiezan a escasear, por lo que existe mayor tensión entre la demanda y la oferta».

Por eso, las previsiones para el 2030 «son para la gran mayoría de los casos que la demanda de estas se multiplique entre cinco y diez veces». Un ejemplo para el azulejo es el feldespato, que en el 2023 ha entrado dentro del grupo de 34 materias consideradas como críticas. Son sustancias fundamentales para la economía de Europa y que han entrado en riesgo de suministro. 

Evolución

Lázaro desgranó que el análisis sobre materiales críticos «se hizo por primera vez hace diez años. En aquel momento afectaba a dos elementos para la cerámica, y ahora afecta a unos nueve». En un artículo de la plataforma Vigilancer, este investigador menciona que en muchos casos, dichas sustancias «son necesarias e insustituibles, al menos de momento, por la singularidad que aportan a los esmaltes o pigmentos.

Tal y como el número total de materias primas críticas crece, el número de las que nos afectan directamente también crece y con él los problemas. De dicho listado podemos considerar como ejemplo el cobalto, níquel, litio, boratos, estroncio, cerio, praseodimio, feldespato, vanadio o bario».

Medidas de difícil aplicación

La legislación europea establece medidas, aunque algunas tienen una difícil aplicación. Una de ellas es reducir la dependencia de suministro de determinados países. Tanto en materias críticas como en otras de vital importancia para la cerámica. Hay casos en los que más del 65% de un material procede de un solo país, por lo que si existen problemas (como la guerra de Ucrania con las arcillas) se complica hallar alternativas. «Hay que encontrar proveedores más lejanos, con más coste, y se necesita investigar sobre la posibilidad de explotar minas nacionales, por lo que se deben reducir las trabas burocráticas actuales», menciona el propio Lázaro. Por otro lado, hay un reto de calado, como es lograr estas materias primas con el mínimo impacto.