MATERIAS PRIMAS

La cerámica de Castellón aún busca alternativas para las arcillas de Ucrania

La industria sondea proveedores de otros países, aunque con mayores costes

Carga de arcillas en PortCastelló.

Carga de arcillas en PortCastelló. / David García

Bartomeu Roig

Bartomeu Roig

La catástrofe humanitaria, en forma de víctimas mortales y millones de desplazados, es la principal consecuencia del ataque de Rusia contra Ucrania, que protagoniza desde hace un año el foco internacional. A ello se le han unido los efectos en la economía, con el encarecimiento de los costes energéticos; y también los problemas de la principal industria de Castellón, la cerámica.

Ucrania era, hasta hace unos meses, el principal suministrador de arcillas con destino al sector. El temor a que estallara una guerra provocó que las empresas hicieran grandes acopios de esta materia prima, por lo que en el primer trimestre del 2022 se batieron los récords de llegadas desde este país a PortCastelló. Inmediatamente después, el sector empezó a buscar fuentes alternativas. Un proceso que todavía sigue, como destaca Francisco Javier García Ten, responsable del área de Materiales y Tecnologías Cerámicas del Instituto de Tecnología Cerámica (ITC). "Cambiar las formulaciones requiere su tiempo, y es un proceso que aún no está estabilizado", comenta.

Aún así, remarca que el producto final "se mantiene con los elevados estándares de calidad de siempre".

Muestras de todo el mundo

Ejemplo de ello es que, a la sede del instituto siguen llegando "muestras y arcillas nuevas para testar", detalla. "En estos meses se ha aumentado el porcentaje de arcillas nacionales, como Teruel o incluso Asturias, y países que antes suministraban lo hacen ahora en una mayor medida", afirma.

En un primer momento de la guerra, existía el temor de que quedaran existencias para unos cinco meses. Algo que no se ha producido, debido al descenso de la producción, que en el pasado año fue del 15%; y el descenso de la demanda, acentuado en el último trimestre. La arcilla sigue siendo un problema, aunque se ha visto superado por dos circunstancias todavía más acuciantes: los sobrecostes energéticos y la incertidumbre por unas ayudas públicas que siguen siendo una incógnita.

Nuevos suministradores

Según los datos de PortCastelló, en el 2021 Ucrania llevó a la provincia 1,6 millones de toneladas de arcilla. En el 2022 se mantuvo como el principal proveedor, aunque con solo 507.000 toneladas. Esto se debe al acopio del primer trimestre del año, aunque a partir de marzo los envíos se cortaron en seco. La segunda posición del pasado año la ocupó Portugal, que se vislumbra como el nuevo proveedor de referencia, con 340.000 toneladas, y un incremento del 55%.

Las industrias del sector hicieron acopio de material en los primeros meses del 2022.

Las industrias del sector hicieron acopio de material en los primeros meses del 2022. / Mediterráneo

Otros países que incrementaron sus envíos fueron Turquía o el Reino Unido, mientras que llegaron partidas de países hasta ahora inéditos, como India, Malasia o Polonia.

Otros materiales

Materiales que también se emplean para la cerámica, también experimentaron variaciones en el pasado año. Rumanía duplicó sus envíos de caolines, con 821.000 toneladas, y empezaron a llegar desde Brasil. En cuanto a los fesdelpatos, Turquía se mantiene como principal proveedor, con 2,8 millones de toneladas, aunque con un descenso del 14%.

Además del reto de encontrar materiales adecuados para mantener los niveles de calidad de la cerámica de Castellón, un inconveniente añadido es el incremento de los costes, tanto por el precio de trayectos más lejanos como la propia competencia de otros países, como Italia, que tienen las mismas necesidades que la industria azulejera española.

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