Pronto se cumplirán 50 años de la construcción de la Villa del Millonari en Almassora. Fue en 1955 cuando Juan Bautista Porcar Conde, más conocido como el Millonari, solicitó permiso al Ayuntamiento para construir la vivienda que siempre había soñado. Después de colaborar con el pago de la cord y de la peana de Santa Quiteria en el 49, de haber pagado las Calderas en el 52 y de subvencionar la nueva imagen de la Natividad, Porcar pudo comenzar su finca sin pagar ninguna de las tasas requeridas para construir. Al estilo de los ricos de mediados de siglo, el Millonari eligió las tierras de secano de La Plana, en la partida de La Foia, entre Almassora y Vila-real.

A pesar de que la vivienda no presentaba una arquitectura especialmente ostentosa, el jardín se convirtió en una especie de paraíso personal para Porcar y su familia. Dice la leyenda que el tamaño de tan magno jardín se debía a las dolencias respiratorias de la hija de Porcar, que no le permitían apenas abandonar el hogar. Allí, se podían encontrar todo tipo de árboles exóticos, desde pino canario hasta algún que otro nozal. Especies inéditas en los alrededores. Cuentan algunos viejos del pueblo que en aquel inmenso jardín se celebraban las mejores fiestas que en Almassora se hayan visto. Ximo el Maso, a la guitarra entonando la canción del Far West; Anita Comins, la Petilla como artista principal; Albella, Julio Amiguet Caradanques, Fonfría... todos acudían a aquellas fiestas.

Entonces, la relación entre Porcar y el pueblo comenzó a enfriarse. Las fiestas escaseaban y Porcar ya no estaba tan dispuesto como había estado siempre a ofrecer sus honorarios a la comunidad almassorina. Ya había hecho bastante y en los inicios de la década de los sesenta, Porcar deshizo el camino y regresó a tierras americanas. Al cabo de los años, el Millonari moría en Valencia, donde su família se había trasladado.

Cuando se cumple el cincuentenario de su construcción, abandonado a su suerte el jardín, expoliada la casa, la Villa del Millonari no es más que el despedazado anfiteatro de las nostalgias de un tiempo perdido. Triste destino.

Juan Bautista Porcar Conde nació en Almassora a finales del siglo XIX. Hijo de un zapatero, no encontró la forma de salir adelante en su pueblo natal y decidió comenzar su aventura americana. Viajó hasta Uruguay donde se hizo rico con una empresa de exportación de pescado. Dicen que marchó sin apenas amistades en el pueblo y que, 35 años después, cuando volvió, la gente lo recibió como a un triunfador. Nunca quiso vender aquella finca del Millonari. Aún hoy, la villa pertenece a sus herederos. Porque los "millones" no parecían serlo todo para aquel indiano aventurero almassorí y sus herederos.