Cumplir años una vez pasados los 65 no está reñido con sentirse útil. Bien lo saben los jubilados de l´Alcora que se han convertido en agentes reguladores del tráfico de los vehículos que circulan por los alrededores de los centros educativos, sobre todo en las horas punta.

En reconocimiento a su labor, las autoridades locales, representadas por el alcalde de la capital de l´Alcalatén, Javier Peris, y la concejala responsable del área de Servicios Sociales, Beatriz Gil, han querido rendir un homenaje a todas estas personas de la tercera edad que han aportado su granito de arena a la sociedad, de forma totalmente desinteresada.

Como premio a su trabajo en las calles, los voluntarios de la asociación de jubilados Conde de Aranda de l´Alcora han recibido lotes navideños como regalo por parte del Ayuntamiento.

La iniciativa de regular el tráfico por parte de los más mayores ha partido de Servicios Sociales, en coordinación con la Policía Local. Para llevarla a cabo, se ha tomado como base la experiencia piloto que se puso en marcha en Castellón.

Sobre cómo ha funcionado, Gil destacó que "tras comunicar a las dos asociaciones de jubilados de la población la idea, los del Conde de Aranda fueron muy pronto receptivos y formaron un grupo integrado por diez voluntarios; un éxito".

Asimismo, la edil del área subrayó que "el Ayuntamiento está abierto a la colaboración de más jubilados de ambas entidades para así formar un equipo más numeroso en vistas al 2005". De este modo, el objetivo es efectuar más combinaciones de voluntarios, a fin de que se establezcan más turnos, "y resulte menos obligado para todos", indicó Gil, quien a su vez agradeció la entrega de estos diez primeros pensionistas, convertidos a agentes de tráfico, que son: Antonio Martínez Cobo, Vicente Bellés Falcó, Dionisio Agut Pruñonosa, Francisco Puchol Ten, Manuel Mascarós Chiva, Pilar Gómez Marín, Pedro Escrig Catalán, José María Martí Prades, Víctor Iserte Castillo e Ismael Gargallo Vaquero.

Los delegados municipales recordaron que el servicio de los jubilados se remonta al pasado verano, cuando ya ayudaron a recoger sillas y mesas después de las noches de orquesta y el cine al aire libre.