El párroco de Les Alqueries, mosén José Navarro, calificó la serenata en honor a la Mare de Déu del Niño Perdido que se celebró el pasado miércoles, 28 de septiembre, como "golpe de estado", refiriéndose a la postura mantenida por el Ayuntamiento que llevó a cabo el acto en la calle tal y como se ha realizado durante los últimos diez años.

Estas declaraciones fueron realizadas ayer por el responsable de la parroquia del Niño Perdido en una entrevista concedida a la emisora de radio Cadena Cope.

Navarro resaltó que él renunció a presidir el acto alegando que "ellos estaban preparados para una guerra campal". "Comuniqué a los feligreses que no iba a asistir a la serenata para evitar problemas", añadió.

En cuanto a la polémica que envolvió a la realización de dos misas patronales, Navarro argumentó: "Cuando llegué a la parroquia hace casi dos años, ya me propuse dedicar todo el día a la patrona, puesto que había sido desplazada a las dos últimas horas del último día de las fiestas patronales".

El párroco aseguró que comunicó a la junta de la cofradía del Niño Perdido su deseo de ampliar los actos religiosos que le pidieron un año "para dar el paso, y así se ha hecho".

Por otro lado, Navarro insistió en que "la alcaldesa de Les Alqueries se ha inmiscuido en un ámbito que no es el suyo; este año se lo vamos a perdonar".

En cuanto a la polémica que envolvió a las flores para ensalzar la misa, Navarro apuntó: "Ni hablé ni vi a la florista; el encargado de la sacristía, al ver que las flores no llegaban, fue sorprendido cuando supo que las flores encargadas por el consistorio eran únicamente para la misa de la tarde". "El Señor enseña a ser sagaces y estábamos preparados para todo", finalizó el sacerdote.

Por otra parte, la alcaldesa de la localidad, Consuelo Sanz, aseguró ayer a este rotativo: "El Ayuntamiento estudiará las medidas que se puedan tomar para solucionar este asunto".