Otra problemática con la que se ha encontrado esta campaña el sector citrícola es la dificultad para hallar personal. Según apuntaron desde la cooperativa, han tenido que recurrir incluso a empresas de trabajo temporal, sobre todo para hacer frente a la recolección de naranjas.

Desde el inicio de la campaña, son alrededor de 25 mujeres las que trabajan en la preparación de la naranja, cuando en temporadas anteriores, entre capaceadores y personal de almacén, eran cerca de 200 personas. Muchas son las que prefieren un contrato en el sector de la limpieza a domicilio. Todo esto tiene efectos negativos, pues en ocasiones tienen que rechazar pedidos importantes por no disponer de suficientes empleados. "Es un cliente que perdemos, desgraciadamente, y repercute económicamente en la cooperativa", explicaron.