Reconducir el tráfico por una AP-7 gratuita y con un tercer carril. Esta es la propuesta que, según el concejal de Urbanismo de Benicarló, Antonio Cuenca y del de Agricultura, Eduardo Arín, remitió el Ayuntamiento al Ministerio de Fomento hace dos meses, como alternativa al rechazo del proyecto de la variante de la N-340, que ha propiciado la creación de la plataforma Per un Benicarló Sense Fronteres. Una entidad que reúne a buena parte de los agricultores de la zona, que denuncian que el plan previsto por el Ministerio partiría muchas fincas agrícolas.

Cuenca explicó así la postura del consistorio en este caso particular, después de que los afectados criticaran que sus reivindicaciones no se debatieran en el último pleno --al que acudieron con pancartas reivindicativas-- y solo se diera cuenta del acuerdo mediante un decreto de alcaldía.

Según José Antonio Esteller, miembro de la plataforma, la solución más viable sería "dar salida a la CV-10, que es la carretera autonómica que recorre de norte a sur la provincia de Castellón, como sustituta de la AP-7; utilizar a su vez la autopista como alternativa al trazado de la N-340, ya que discurre prácticamente paralela, añadiendo un tercer carril y, por último, acondicionar la N-340 con viales y rotondas para dar una servidumbre a la población", apuntó.

"Contamos con el respaldo de todas las organizaciones agrarias y a partir de ahora seguiremos con nuestra presión para que haya diálogo y, paralelamente, contamos con un asesoramiento jurídico para el estudio del impacto medioambiental. Creemos que nuestras demandas son factibles y es una cuestión de voluntad política", matizó Esteller.

MÁS DEBATE En esta línea, los responsables municipales anunciaron que en el próximo pleno se incluirá en los puntos del día el debate y votación de otro escrito, redactado también por la Asociación Local de Agricultores (ALA) en similares términos.

Por otra parte, los afectados apuntaron que, de no llegar a buen puerto sus demandas y materializarse el proyecto de la variante, no habían sido informados sobre las indemnizaciones que les corresponderían con las expropiaciones. "El precio no es lo que nos interesa, sino seguir trabajando como agricultores y en nuestras fincas tal como están ahora", explicó Esteller.