Benicàssim se ha puesto de acuerdo. El equipo de gobierno y la oposición aprobaron ayer por unanimidad una declaración institucional por la que se exige tanto al Gobierno central como a la Generalitat dotar a la localidad de infraestructuras adecuadas.

Así, entre las reivindicaciones de la localidad destaca la conexión con el TRAM y su paso por el futuro bulevar que vertebrará la localidad. El municipio también quiere optar a este tranvía urbano y que se le tenga en cuenta, al igual que otras localidades que también quieren disfrutar de este transporte hasta la capital.

El alcalde, Francesc Colomer, explicó que “se trata de defender actuaciones que son prioritarias como la llegada de este servicio viario”. Además, destacó que “se trata de un posicionamiento histórico de la corporación en la defensa de los intereses generales”.

Otra cuestión en la que incide la petición benicense se centra en el proyecto del desdoblamiento de la carretera nacional 340 entre Castellón y Benicàssim. Por ello, se exige al Gobierno que cumpla con los compromisos que adquirió el ministro de Fomento, José Blanco, para dar una solución pendiente a este tramo peligroso. En caso de que no llevara a cabo estas obras, en la declaración conjunta se solicita la liberación de la autopista AP-7 en este tramo.

Cabe recordar que, en agosto del 2006, siendo alcalde Manuel Llorca, se acordó, también por unanimidad, reclamar eximir del pago por esta vía a su paso por la ciudad al rechazar el trazado de la variante de la N-340.

Por otra parte, el pleno aprobó la prórroga del contrato de recogida de residuos sólidos urbanos y voluminosos y del mantenimiento de la jardinería. También se dio luz verde a la moción en la que se determinaba que el futuro Centro de Conocimiento se dedique a la figura del recién desaparecido escritor José Saramago.

Además, se aprobó modificar el reglamento orgánico municipal (ROM) para adecuarlo a la situación actual y adaptarse a cómo funciona en otras ciudades. H