Un informe jurídico de confirmación es la única traba que separa a las familias de Cipriano Esteve Romero, que fue alcalde de Gátova y dirigente de Izquierda Republicana durante la guerra civil; y de Tomás Maicas Villaroya, perteneciente a IU y presidente del comité revolucionario de Teresa, para poder trasladar sus restos. El alcalde del municipio, Rafael Calvo, espera un informe jurídico para autorizar la exhumación y el traslado de estos dos represaliados, y que se encuentran enterrados junto con otros dos en una fosa común del cementerio municipal de Segorbe. Calvo se reunió ayer con el actual alcalde de Gátova, Leopoldo Romero, acompañado por Matías Alonso, del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica, y los descendientes de Esteve y Maicas, tras presentar en el registro los permisos concedidos por la Conselleria de Sanidad para exhumar los dos cuerpos.

Alonso especificó que tan solo se trasladarán los restos de las dos personas reclamadas por sus familias, señalando que “no es cierto que se necesite la autorización de todos para hacerlo”, según la ley de la memoria histórica, resaltando el derecho de las familias “porque no hay nada que sea más propiedad de uno que los restos de su antepasados”.

Los restos de las otras dos personas fusiladas y enterradas en la misma fosa, Vicente Martínez y Desiderio Martínez, ambos de Gátova, permanecerán en la misma tumba por deseo de sus familias.

ENTENDIMIENTO // Calvo insistió en la preocupación por una de las familias, la de Vicente Martínez, que se opone a cualquier acción sobre la tumba, y aseguró que va a propiciar un acercamiento de posturas entre las partes. Alonso aseguró que “se harán las pruebas necesarias a nivel forense para identificar con precisión cada uno de los cadáveres”. Alonso señaló que esperaba poder tener la autorización del alcalde para final de este mes, para no perder la subvención concedida por el Gobierno central, de 36.803 euros, que debe justificarse antes del próximo 31 de agosto. H