Morella arrancó ayer los actos de Sant Antoni con la tradicional bendición del panoli y las pastas que se repartirán este fin de semana. El evento reunió al párroco, los representantes institucionales, el juez de paz, los mayorales y los miembros de la cofradía.

Un momento que dio paso a la intensa agenda que está programada para los próximos tres días. Y es que en la localidad se espera una mayor participación en esta edición, pues se ha recuperado la figura del mayoral después de dos años. Así, ha sido el grupo de Gaiteros de Morella el que se ha encargado de organizar la cita.

El concejal de Fiestas, Amadeu Bordás, hizo una llamada a la participación y afirmó que “en un año en el que celebramos el Sexenni, también queremos que haya más gente que se disfrute las fiestas grandes del invierno”.

La actividad central se celebrará esta noche, con la Retreta y, especialmente, con la representación de la vida del santo, la cremà de la barraca y la Santantonà.

Esta peculiar escenificación de la lucha entre el bien y el mal comenzará en la plaza de Sant Joan, para celebrar el segundo acto en su lugar habitual, la plaza de la basílica arciprestal. El recorrido irá acompañado por los dimonis, junto a los recuperados diablos de la Maça y Cucafera. Cuando finalice, se quemará la barraca y se hará una cena con las brasas. H