Con rapidez, limpieza y seguridad avanza a buen ritmo la demolición del segundo bloque del edificio Prados II de Torreblanca, iniciado el pasado lunes y que afecta ya al 25% del inmueble. Todo apunta a que a final de semana la cota de escombros, que supera los 2,5 metros de altura, se nivele con las dos plantas que quedarán en pie.

“La fase de mayor riesgo ha pasado y la actuación marcha bien. A partir de la próxima semana entraremos en la discriminación de materiales y gestión de residuos” explicó a Mediterráneo el aparejador Francisco Benedito, director ejecutivo y codirector del proyecto que dirige el arquitecto Joaquín Roca. A pie de obra, el técnico sigue los avances del derrumbe del bloque de 24 apartamentos, de los que fueron desalojados sus moradores hace un año a causa de la aparición de grietas que ponían en peligro la seguridad. Tras meses de estudios y mediciones, y ante el avance del deterioro, fue declarado en ruina por el Ayuntamiento, que ordenó su demolición.

La primera selección de los materiales derruidos, tales como barandillas de hierro, marcos y puertas de madera, se lleva a cabo in situ, indicó Bendito, pero matizó que será el responsable de la empresa derribista quien decida si se hace en el lugar o ya en el vertedero. Esto será en función del número de camiones que se utilicen para cargar y transportar cascotes. H