La playa l’Almadrava de Benicàssim fue escenario, este domingo, de la cuarta edición de Minelab Spain, el encuentro de detección de metales que se ha estado celebrando durante este fin de semana en hasta 42 localizaciones de todo el mundo, como Perú, EEUU o Australia.

Cerca de un centenar de aficionados participaron en el evento, procedentes de toda España, de «Andalucía, Cataluña, Castilla la Mancha, Galicia, Extremadura, además de la Comunitat Valenciana y también extranjeros, ingleses, franceses, búlgaros, rumanos», según explicó Francisco Gómez, que es el secretario de la Federación Española de Detección Deportiva.

Los asistentes debían encontrar las fichas escondidas bajo la arena, canjeables al finalizar por premios. Y su búsqueda, durante la mañana de este domingo, sirvió, una vez más, también como tarea medioambiental, al extraerse «unos 12 o 14 kilos de chatarra», según indicó Gómez, además de una rueda de barco que se encontró enterrada a medio metro y que se había hundido por la arena, probablemente, por los fuertes temporales.

Al finalizar, se entregaron los galardones junto a la terraza del restaurante Vistamar por parte de los organizadores, el gerente del Jota’s Vistamar, Vicente Pallarés; así como los concejales del Ayuntamiento de Benicàssim Clemente Martín (Playas) y Javier Alonso (Deportes).

El secretario de la federación sostiene que para todos los aficionados esta práctica «es como un auténtico deporte».