Los vecinos de Almenara celebraron ayer el día grande de sus fiestas patronales, con los actos religiosos como elemento central. Por la mañana se llevó a cabo el tradicional traslado de la imagen de la Mare de Déu del Bon Succés desde su propia capilla hasta la iglesia parroquial de los Santos Juanes. Fue el prólogo a la manifestación de fervor de la tarde, cuando tuvo lugar la procesión.

La talla de la patrona fue llevada a hombros por el grupo de personas que en este 2017 cumplen los 25 años desde que celebraron las fiestas como quintos, y que transcurrió por las calles de costumbre. Tanto el recorrido del traslado, como el de la propia procesión, estuvo lleno de habitantes y visitantes, que manifestaron de este modo su devoción.

OFICIO RELIGIOSO / Con anterioridad, se llevó a cabo la misa vespertina, con una iglesia abarrotada de feligreses. Tanto los quintos del 2017 como los del 1992 le honraron a la patrona con una ofrenda de flores. La asociación de tambores y bombos, así como la banda de música de Almenara, acompañaron en este trayecto.

De forma paralela a los actos religiosos, también se hizo el castillo de fuegos de artificio y el concierto titulado Recordando a Nino Bravo, con la colaboración del cantante local Ximo Beri, más la participación de la Associació Musical Santa Cecília. El auditorio municipal Vicente Casanova Rebollar contó con la asistencia de cientos de vecinos, que no quisieron perderse las versiones de este recordado intérprete.

Para otros gustos fue destinada la actuación del grupo musical La Fulla Kaduka en una noche de rock, que seguidamente se llevó a cabo en el recinto ferial. El evento estuvo patrocinado por los quintos del presente año, con la colaboración del consistorio.

Hoy se desarrolla el segundo día grande de fiestas, de nuevo con un especial protagonismo de los actos devotos, ya que se conmemora el día de Sant Roc.