Morella se ha convertido en un laboratorio para la elaboración de espectaculares fotografías. Profesionales de la imagen, aficionados e incluso vecinos con su móvil han sabido capturar momentos únicos. De hecho, instantáneas realizadas en los últimos días confirman la excelencia de las escenas.

La más reciente es la ejecutada por Rafael Ruiz. El fotógrafo morellano volvió a sorprender a sus seguidores. En esta ocasión, con una panorámica de los Pirineos tomada desde la zona de Torremiró, a 220 kilómetros de distancia en línea recta del objetivo. «La cordillera montañosa es visible en contadas ocasiones. Justo el martes tuve suerte y fue uno de esos grandes días», relata Ruiz.

En la espectacular obra se distinguen varios picos, como el Aneto, que es el que está entre nubes. El trabajo para conseguirla fue laborioso. «Es una composición de 11 fotos realizada con un telescopio que posteriormente se han unido con un programa de edición hasta conseguir el resultado final», dice.

Un proceso planificado

Otra instantánea impactante que vio la luz el pasado domingo fue la conseguida por el también morellano Eduardo Manero. En la misma se ve el paso de la luna llena por el castillo de la capital de Els Ports. Una creación inédita que ha causado expectación tras su publicación en las redes sociales. Manero, acompañado por el profesional Miquel García (conocido como Somriu a la Càmera) utilizaron el programa PhotoPills, que permite planificar la toma de imágenes. De hecho, el lema de esta aplicación es Captura fotos legendarias.

«Concretamos el punto desde donde la haríamos y el momento del paso de la luna por la fortaleza para calcular el instante exacto para retratar al satélite en su mayor tamaño. Nos fijó que sería a las 19.15 horas del pasado sábado y lo logramos», explica el autor.

El círculo más actual de instantáneas extraordinarias lo cierra Mónica Querol. Fue quien retrató, el pasado 13 de noviembre, al igual que otros vecinos, Morella envuelta de niebla, como si flotará en un denso mar de nubes.