María Paloma Sanz Barrera no volverá a ser secretaria del Ayuntamiento de Almenara y su carrera como funcionaria está en la cuerda floja. Así se desprende de la resolución firmada por el president de la Generalitat, Ximo Puig, en la que sancionan por un periodo de tres años de inhabilitación a la polémica trabajadora municipal, con suspensión firme de funciones y retribuciones.

Es el final del camino del expediente disciplinario al que dio luz verde el pleno de la localidad, el 21 de mayo del 2018, con los votos a favor del PSPV y en contra del PP y Compromís, cara a remitirlo a la Dirección General de Administración Local, organismo que tenía el encargo de analizar las presuntas infracciones.

faltas // Un procedimiento que concluye con un dictamen tajante que enumera seis faltas «muy graves»: «No acudir a reuniones para levantar acta, negativa sistemática a fiscalizar facturas, como responsable de la Intervención municipal, acoso laboral, negarse a remitir certificaciones a la Sindicatura de Cuentas y al Tribunal de Cuentas, no emitir documentación municipal, justificándolo por escrito de una manera incorrecta y poco profesional, y obtener beneficio indebido para sí o para otro aprovechando su condición de empleado público». Tres de las conclusiones serán trasladadas al Ministerio de Política Territorial y Función Pública para ser estudiadas y podrían suponer la expulsión de Sanz del funcionariado de la administración local a nivel nacional. Asimismo, la decisión del Consell considera la existencia de otras seis faltas «graves» y una «leve».

REACCIÓN // La alcaldesa, Estíbaliz Pérez, mostró ayer su «alegría» y «satisfacción» por la noticia: «Los propios funcionarios municipales la han recibido con alivio, a ellos hay que felicitarlos. Es para estar contentos y, sobre todo, porque nos dan la razón en todo lo que denunciábamos sobre ella y sus incumplimientos, por sus continuas desobediencias a los superiores, abuso de su poder y cargo ante otros trabajadores o su perturbación del servicio, siempre con trabas cada día».

La munícipe firmó ayer el decreto que hace efectiva la resolución. «Ahora está de baja sanitaria hasta septiembre. Una vez coja el alta, el día siguiente, perderá la plaza y arrancarán los tres años de inhabilitación, el tope marcado, a pesar de la acumulación de faltas», dijo Pérez.

De esta forma, se cierra la tortuosa relación entre Sanz y consistorio, nacida en el 2014 cuando accedió al cargo, con denuncias y confrontaciones reiteradas. Incluso la controvertida secretaria llegó a aspirar a la alcaldía, el pasado 26-M, con Junts per Almenara (logró un 4,4% de votos).