Después de años de Lassel y una primera etapa de Pirámide en el casco urbano de Cabanes, José Luis Selma decidió a principios de este siglo ampliar las instalaciones y cambiar la sede a las afueras de la localidad. Como confiesa, "nadie apostaba por el proyecto", pero con mucho esfuerzo y sacrificio, consiguió alzar una macrodiscoteca que se convirtió en un mito inolvidable en el mundo de la noche de la provincia.

Ahora, cerca de cumplirse 20 años de la inauguración, el exgerente y alma máter de Pirámide explica para Mediterráneo los inicios, las dificultades y el final de un icónico local que ha marcado una época para miles y miles de personas.

-Pregunta: Para entender el ‘boom’ que desembocó en la creación de la 'nueva' Pirámide… Lassel (antiguo nombre de la discoteca) tuvo en su momento una fuerte competencia con Susan 2. ¿Qué hizo para poder destronarla? ¿Le costó mucho?

-Respuesta: Lassel y Susan 2 fueron dos de las discotecas que a partir de los 70 marcaron una historia en el interior de nuestra provincia y fueron más de 20 años de una competencia sin precedentes, siempre luchando para intentar cada una en atraer su clientela. Habían épocas y altibajos en ambas: unos años funcionaba una los sábados por la noche, otra los domingos, había años que una no funcionaba nada y la otra sí y viceversa... Pero la cuestión es que ambas salas fueron referentes tanto en los salones de eventos como en las discotecas. Al final, por decirlo de alguna manera, a base de esfuerzo y constancia logramos quedarnos con las instalaciones de Vall d'Alba. Fue una gran operación gracias a las facilidades y buen entendimiento con los entonces dueños de aquel mítico complejo, a los cuales les debo todos mis respetos, puesto que, aunque siempre había una guerra profesional y la gente pensaba que éramos como enemigos, realmente no era así. A nivel personal manteníamos una bonita amistad que persistirá para siempre.

-Cuando abrió Pirámide a finales del 2001, ¿se creía realmente que iba a tener tantísimo éxito?

-Sinceramente, nadie apostaba por este proyecto. Muchos homólogos y amigos, empresarios de la noche en capitales grandes como Madrid, Barcelona o Valencia, me decían que era una locura y que no veían posible como una discoteca en un pueblo como Cabanes, en una provincia como Castellón y con esa magnitud, podría alcanzar el objetivo que yo y mi familia nos habíamos marcado. Gracias a Dios se equivocaron todos y demostramos que pudo ser posible. Y no fue solo un referente en Castellón, sino que en toda España y gran parte de Europa.

Colas para acceder a la interior de la discoteca el día de la inauguración de la 'nueva' Pirámide, en noviembre del 2001. Mediterráneo

-¿Cuál cree que fue la fórmula de ese éxito? ¿Qué es lo que hacía de Pirámide una discoteca única que llegaba a congregar cada fin de semana más de 10.000 personas?

-Aquí no hay secretos, las claves fueron varias y al mismo tiempo sencillas. Mi familia, siempre a mi lado de sol a sol trabajando y apoyándome. Tener al mejor equipo humano y director de sala, Francisco Centelles. Apoyo incondicional de nuestros proveedores, los cuales trabajábamos con ellos ya casi 25 años. Invertir mucho dinero en los medios de comunicación para hacer marca y atraer a gente de todo el país. Tener una buena tecnología sobre todo en sonido. Tener una espectacular boutique. Hacer las mejores contrataciones, tanto de DJs como de grupos musicales o famosos. Tener un gran párking y un largo etcétera. Ah, y confiar en tu proyecto y tu gente y que ellos confíen en ti.

Nadie apostaba por este proyecto, me decían que era una locura. Gracias a Dios se equivocaron todos y demostramos que pudo ser posible

-Por el photocall de Pirámide han pasado celebrities de lo más 'top'...

-Han sido incalculables los personajes famosos televisivos que han desfilado a lo largo de esos años, puesto que siempre apostábamos por los más importantes y los que estaban en la cresta de la ola, tanto a nivel nacional como internacional. Creo que no nos dejamos a nadie y nuestros clientes sabían que si alguien estaba de moda, en breve pasaría por Pirámide, así que podría hacer otra entrevista solo citando a los más destacados, mencionando a centenares de ellos.

El actor Eduardo Gómez, popular en ese momento por interpretar a Mariano en Aquí no hay quien viva, fue uno de los muchísimos famosos que pasaron por Pirámide. La foto es de noviembre del 2005. Mediterráneo

-¿Cuánto dinero ha podido invertir su familia en Pirámide?

-No se puede hablar de cifras concretas, puesto que está invertido el duro trabajo de la familia Selma Casañ de varias décadas, unido a cantidades muy respetables de dinero invertidas en varias fases desde antes de su creación. Y luego, año tras año y hasta casi el final para intentar estar siempre al día mediante las reformas que cada temporada se realizaban en el parón estival.

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GALERÍA DE FOTOS | Descubre sala por sala cómo está Pirámide por dentro David Donaire

-¿Qué pasó? ¿Qué ocurrió para que Pirámide pasara de estar en la cresta de la ola a desaparecer y tener que cerrar? ¿La inversión para construir el complejo San Lázaro fue determinante?

-Aquí pasaron dos cosas muy fáciles de entender. Una fue la dura crisis económica, la cual hizo que en poco tiempo bajara la clientela de una manera muy rápida, desplomándose semana tras semana y viendo que no se podía hacer nada; y efectivamente la ampliación de las instalaciones, las cuales se inauguraron pocos meses antes de empezar la crisis. Nosotros intentamos lo imposible para seguir luchando, dejándonos la piel para salir con el proyecto. La gente que conoce a mi familia sabe la credibilidad de estas palabras. Pero eran tan grandes las adversidades que fue totalmente imposible conseguir aguantar el barco a flote pese a varios intentos, otras fórmulas e ideas diferentes pensadas todas ellas para seguir hacia adelante.

Era muy bonito. Todo el mundo te tocaba la espalda y quería ser tu amigo. Pero cuando terminó todo, ya nunca más se supo de casi nadie

-¿Cree que hoy en día es viable abrir y mantener una discoteca como Pirámide?

-Totalmente imposible, ya que prácticamente, al menos a nivel nacional, han desaparecido la gran mayoría de ellas. La dura crisis económica, unida a la actual pandemia, han hecho un cambio radical en los jóvenes por motivos más que obvios, y considero que es como un cambio de ciclo el cual espero que algún día pueda volver. Porque era muy bonito poder ver disfrutar cada fin de semana a miles y miles de personas, dar trabajo a mucha gente y ver como tu querido pueblo y provincia eran mencionados en toda Europa.

-Cuando ve el estado actual de las instalaciones y piensa en todo en lo que fue en su día Pirámide...

-Esta pregunta me parte el alma. No podría explicar en pocas palabras esos sentimientos. Solo podría decir que cada fin de semana voy a Cabanes a ver a mis padres Lázaro y Luisa y a mi hermano Jorge y, cuando paso la Pobla Tornesa, ya me entran escalofríos y se me remueve el estómago. Tengo que pasar varias veces al mes por delante de lo que fue toda una vida de mi familia y me entristece muchísimo de ver cómo estaba antes y en qué se ha convertido ahora debido al vandalismo. Terrible e injusto. He pasado miles de horas allí dentro y no hay noche que antes de irme a la cama no lo recuerde. Ha sido nuestra vida y lo seguirá siendo desde el recuerdo.

Una de las muchas salas de la extinta discoteca Pirámide que están repletas de residuos en febrero del 2021. Mediterráneo

-¿Quiere transmitir algún mensaje a modo de conclusión?

-Las personas que lean este artículo podrán sacar sus propias conclusiones. Algunos tendrán una buena opinión y otros podrán estar en su derecho de no tenerla, pero quiero que la gente sepa que he tenido que hacer un gran sacrificio para hacer esta entrevista. Yo y mi familia estamos más que orgullosos de haber construido uno de los mejores proyectos hosteleros de Europa. A base de valentía, humildad, dedicación y esfuerzo, hemos conocido a grandes personas y hemos creado cientos de puestos de trabajo. Nunca nos gustaron los lujos ni las apariencias. Venimos de la agricultura y jamás se nos van a caer los anillos para hacer cualquier otra cosa, que la vida es larga. Y, por último, quería resaltar con todos mis respetos, una de las cosas que más han podido doler. Mientras todo funcionaba bien, dejabas entrar amistades gratis, pasarlos a la zona VIP y consumir sin tener que gastar dinero, permitir cenar con famosos de gran nivel, regalarles cosas de la boutique, también a cuantas personas que hicimos ganar mucho dinero directa e indirectamente... Era muy bonito. Todo el mundo te tocaba la espalda y quería ser tu amigo. Pero cuando terminó todo, ya nunca más se supo de casi. Únicamente he podido contar con un muy reducido grupo de amigos, y en especial citaría a cuatro de las personas que siempre nos apoyaron y que a fecha de hoy siguen estando ahí. Ellos son Rosana B.G., Luis B.B., Juan D. T. y Diana C.G. Me faltan palabras para agradecerles públicamente todo lo que han hecho por nosotros, siempre desinteresadamente y a cambio de nada. Y, por supuesto, a mi familia, que depositó siempre toda la confianza en mí, para lo bueno y para lo malo.