La Real Fábrica de l'Alcora ya ha empezado a demostrar este sábado todo el potencial turístico que tiene. Después de que este viernes fueran las autoridades políticas las que tuvieran la oportunidad de descubrir cómo es por dentro la restaurada nave de los hornos, este sábado ha sido el turno de los vecinos, a través de una primera e histórica jornada de puertas abiertas que ha servido para dar a conocer el primer edificio recuperado y visitable de la emblemática manufactura.
En total, se han inscrito más de 500 personas, que en grupos de 15 personas, realizan un tour a lo largo de este fin de semana por este enclave. Y es que, hoy, 1 de mayo, no es un día cualquiera, ya que, desde el 2017, esta fecha está instaurada en la capital de l'Alcalatén como el Día de la Real Fábrica, que este sábado ha alcanzado cotas más elevadas que nunca al abrir a los vecinos la nave de los hornos.
Con estas jornadas de puertas abiertas, que continúan este domingo, el Ayuntamiento da inicio la programación de Maig Ceràmic 2021. El resto de actos se desarrollarán durante la segunda quincena del mes, con rutas por el patrimonio natural relacionado con la cerámica, la recreación de la mítica recua arriera que era la reata de mulos que iba por toda España con las alforjas cargadas de cerámica de l'Alcora para venderla, así como actividades culturales y educativas.
Hornos con más de 200 años de historia
Los hornos morunos de la Real Fábrica datan de 1798-1805, y corresponden a la última ampliación, realizada tras la muerte del X conde de Aranda y el paso de la manufactura al duque de Híjar.
Debido a su robustez y excelente construcción, estuvieron en activo hasta principios de la década de 1970, siendo utilizados en esta última fase para la producción de azulejos de la empresa Azulejos BIC.
Ambas naves están rematadas por sendas bóvedas que disponía de un conjunto de orificios que permitían la circulación del fuego desde la fogaina, en tiro vertical, hasta el exterior. En el centro de la bóveda destaca un agujero mayor. La carga de la cámara inferior se realizaba tradicionalmente a través de la boca de alimentación; pero en estos hornos, hacia la década de 1950, se les incorporó un acceso de mayores dimensiones por la parte trasera, al cual se accedía a través de una galería subterránea, para facilitar la carga de los azulejos.
Proyección de vídeos
Con un equipo de monitores y colaboradores del museo, han explicado al público lo restaurado hasta la fecha, cumplimentado con videos proyectados de personas mayores (algunas de ellas fallecidas) que expresaban sus testimonios, ya que aún habían visto funcionar algunos de dichos hornos o la vinculación que tenían con las ultimas azulejeras que ocuparon el espacio de la Real Fábrica, como BIC y Tilesa en los años 70.
El trabajo de rehabilitación de la Nave de Hornos de la Real Fábrica se ha llevado a cabo a lo largo de 2020, gracias a un proyecto cofinanciado por los fondos Feder, la Diputación de Castellón, la Fundación Torrecid, la Caixa Rural y el Ayuntamiento de l'Alcora.
Nave compuesta por tres hornos
Esta obra ha permitido poner en valor un excepcional conjunto de tres hornos tipo “árabe” de doble cámara y la nave anexa, de 220 m², en la cual se conserva un montacargas que será restaurado el próximo verano, perteneciendo a la última fase de uso de estas instalaciones.
También se ha eliminado la cubierta de fibrocemento de la Nave BIC, sustituida por otra más apropiada.
Restaurarán más espacios
Paralelamente, dentro del proyecto global de recuperación de la Real Fábrica (un conjunto de 9.000 m² de superficie), se está ultimando la redacción del proyecto “Rehabilitación y valorización del edificio fundacional de la Real Fábrica del Conde de Aranda”, valorado con cerca de 2 millones de euros, de los que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana aportará el 75%, dentro del programa de ayudas “1,5% Cultural”. Este proyecto se centrará en un área de 1.200 m² que pertenece a la primera fase de construcción de la Real Fábrica (1726-1727).
