Arquitectos y arqueólogos han emprendido ya los trabajos previos al inicio de la segunda fase de recuperación del castillo de la Vilavella, una intervención que se distinguirá de la anterior por la aplicación de los últimos avances tecnológicos en una apuesta del Ayuntamiento por dar una nueva vida a uno de sus principales atractivos patrimoniales.
Las tareas de consolidación y rehabilitación de la estructura van a comenzar esta semana, según confirma la concejala de Patrimonio, Inma Traver, con la financiación autonómica a través de la línea de subvenciones para actuaciones de conservación y protección de bienes inmuebles del patrimonio cultural.
Si bien el coste de la ejecución del proyecto será sufragada con la ayuda de la Generalitat, el equipo de gobierno ha decidido realizar una importante aportación para realizar un estudio fotométrico y de geolocalización que permitirá «interpretar los datos y crear una imagen 3D e incluso una texturización» para obtener una reproducción lo más fiel posible a la estructura original, detalla la edil.
De los estudios que van a efectuarse, Traver incide en especial en el uso de la tecnología LIDAR (Light Detection and Ranging), que consiste, básicamente, en realizar mediciones con la detección de la luz y la distancia a través de un sistema láser que se instala en un dron, pues las mediciones se realizan de forma aerotransportada. «Estos estudios previos nos ayudarán a precisar la volumetría del castillo, descubrir cómo era el recinto a través de la confección de una malla de puntos».
Avance de la geodesia
Los expertos defienden que esta tecnología es mucho más precisa que los métodos utilizados hasta el momento --en especial para la geodesia, la ciencia utilizada para elaborar mapas a partir de mediciones matemáticas de la figura y la magnitud de la tierra--, entre otras razones, porque permite confeccionar Modelos Digitales de Elevación (MDE) a partir del terreno objeto del estudio.
Las labores de recuperación de la torre y los estudios mencionados se desarrollarán de manera paralela, bajo la supervisión de un equipo de arquitectos de la Universitat Politècnica de València.
La Vilavella, al realizar esta apuesta por la puesta en valor de su patrimonio recurriendo a los últimos avances tecnológicos, confía obtener nuevos recursos tan informativos como turísticos, dando una nueva vida a uno de sus emblemas.
