Tras las quejas de los conductores, especialmente los de los camiones, por el estrechamiento de los carriles en el tramo de la calzada de la CV-16, a su paso por la zona industrial en l’Alcora, donde está proyectado el carril bici que conectará la cárcel hasta la entrada al municipio (a la altura de la empresa Esmaltes), la Conselleria de Obras Públicas, Transporte y Movilidad hará un estudio del trazado de esta futura vía ciclista.
Es un informe que determinará si es necesario realizar alguna intervención que redunde en una mejora de la circulación de los camiones y que, de paso, reforzaría aún más la seguridad viaria del carril bici.
Ese es el compromiso que arrancó el Ayuntamiento de la directora general de este departamento autonómico, Roser Obrer, después de que el consistorio mediara e iniciara las gestiones para dar respuesta a las protestas de los automovilistas que circulan por esta transitada carretera.
"El carril bici es una demanda histórica, pero es necesario que sea una infraestructura que no interfiera y perjudique a otros usuarios de la CV-16"
El alcalde, Samuel Falomir, remarca que el carril bici es una «demanda histórica», porque considera que «impulsará el uso de la bicicleta como medio de transporte alternativo al coche para desplazarse al puesto de trabajo», pero no a cualquier precio. «Es necesario que sea una infraestructura que no interfiera y perjudique a otros usuarios de la CV-16», dice.
El primer edil subraya que desde el Ayuntamiento «colaborarán en todo aquello que sea de competencia municipal para facilitar los trabajos» y considera que gobierno local y Conselleria deben ir todos a una. «Velar por la seguridad es una prioridad para todos, por lo que Ayuntamiento y Obras Públicas debemos trabajar en la misma dirección», concluye Falomir.
