La ampliación de plataforma y reordenación de accesos de la carretera N-238, conocida popularmente como la de Ulldecona, avanza en plazos previstos. Así, tras iniciarse el pasado abril, son ya 10 meses con obras en este vial, y faltan 20 meses para su conclusión según el proyecto, a finales del 2023. Los trabajos abarcan del kilómetro 2,500 al 8,750, es decir, desde Vinaròs hasta el enlace con la AP-7, con un presupuesto de 12,81 millones de euros.
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El tramo se sitúa entre el enlace con la carretera N-340, que sirve de variante de Vinaròs y Benicarló, y la conexión con la AP-7. En la actualidad, unos 8.900 vehículos circulan al día por este eje viario, de los cuales 1.400 son transporte pesado.
El proyecto busca incrementar la seguridad vial y mejorar la conexión de la AP-7 con la red viaria de la comarca del Baix Maestrat, en especial con la N-340, la CV-11 y la CV-101, de acceso a Alcanar, según un escrito del Ministerio. Consiste en la ampliación de la plataforma existente en la carretera N-238, entre el enlace de la AP-7 y el enlace de la N-340 en una longitud de unos 6,5 kilómetros, dotándola de dos carriles de 3,50 metros de ancho, arcenes de 1,5 metros y bermas de 1 metro.
Asimismo, se realizará un control de accesos mediante la construcción, en ambos márgenes de la carretera, de caminos de servicio que se conectan con la N-238 a través de los tres enlaces del tramo, permitiendo suprimir las actuales entradas directas a la nacional.
También se hará una nueva conexión con la CV-101 (km 5,500) de acceso a Alcanar y a la estación, y se mejorará la intersección existente con la AP-7. Además, están previstas cuatro estructuras, correspondientes al enlace citado y al cruce sobre el barranco Barbiguera, y dos pasos inferiores para garantizar la continuidad de las vías pecuarias afectadas. La actuación se completará con la rehabilitación del firme, señalización y balizamiento, reposición de servicios afectados e instalación de báculos de iluminación en el perímetro de las glorietas del enlace y en los tramos adyacentes de los ramales.
El alcalde, Guillem Alsina, mostró esta semana su satisfacción por el ritmo de estas obras tan esperadas, especialmente por los vinarocenses que usan el vial a diario para ir a trabajar a los polígonos industriales del el entorno o acceder a poblaciones vecinas. «Esta inversión mejorará la seguridad de una carretera que ha sido un auténtico peligro para nuestra gente», dijo.