La Crida fallera de la Vall d'Uixó que supuso la reactivación de las fiestas tras dos años de suspensiones no solo se aguó por el chaparrón que cayó justo en el momento de la salida al balcón del ayuntamiento de las falleras mayores de la ciudad, según denuncian desde VOX Castellón, en el transcurso del acto se produjeron una serie de incidencias que acabaron con su edila en el consistorio, Marina Peirats, herida tras recibir un golpe en la cara.

Según la versión de la agrupación política, el incidente es consecuencia de una decisión «unilateral» de la Junta Local Fallera. Como ya informó Mediterráneo, el acto de la crida se vio empañado por la lluvia, que hizo acto de presencia en el momento culminante, aunque el malestar respecto de la organización no tiene que ver con esta circunstacia sobrevenida, sino con la postura de la JLF que, «se desconoce con qué autoridad», impidió el acceso al balcón del ayuntamiento a todos los concejales, a excepción de la alcaldesa, Tania Baños, y la concejala de Fallas, Maria Cruces. Una medida que, según denuncian desde VOX, generó la «disconformidad» de los ediles con «la decisión dictatorial de la JLF».

En la calle, al empezar a llover, «los concejales se refugiaron bajo el balcón» de la casa consistorial, del que colgaban unos carteles con los escudos de todas las comisiones de la ciudad. Fue entonces y en ese lugar en el que se produjo el accidente. «Desconocemos el motivo», inciden desde Vox, pero uno de esos carteles cayó e impactó en la cara de su concejala.

Desde su partido piden explicaciones tanto por impedir el acceso de las autoridades municipales a la sala de juntas del ayuntamiento como por la caída del cartel de la fachada, una circunstancia agravada, según lamentan, por la respuesta de los miembros de la JLF al incidente, «ni un solo miembro se interesó por el estado de salud de la concejala de VOX». Diferente fue la reacción del resto de concejales, como resaltan desde el partido, que la atendieron y le proporcionaron analgésicos y hielo para minimizar las consecuencias del impacto, que le generaron un evidente hematoma.

Versión oficial

La concejala de Fallas, Maria Cruces, ha mostrado su sorpresa ante la reacción de VOX ante lo que describe como un «accidente» que no tenía ninguna intencionalidad. Sobre el fondo de la cuestión, la edila asegura que no hubo prohibición de acceder al ayuntamiento, donde «había mucha gente», pues estaban las falleras mayores de todas las comisiones, pues la intención era que todas salieran al balcón.

Explica que, según le han contado, a los concejales «se les invitó» a quedarse en la plaza para «poder ver el espectáculo de luces que se había preparado, porque desde arriba no se veía nada». Y no hay más. En cuanto a la caída del cuadro que golpeó a la edila, lo achaca a «el nerviosismo» de los organizadores ante un escenario completamente adverso e inesperado por la lluvia.

Desde la oposición

El concejal del Partido Popular, Herminio Serra, testigo directo del incidente, pues también sufrió el golpe del cartel en su caída, coincide en que todo fue producto de un accidente, pero matiza que «se podria haber evitado» si los organizadores hubieran «minimizado al máximo todos los aspectos relacionados con la seguridad».

En cuanto a que los concejales no pudieran acceder al balcón del ayuntamiento, asegura que ya ha mostrado su «disconformidad» a la JLF, porque incide en que es algo que «no ha pasado nunca antes» y que «ya no se trata de un tema de protagonismo, sino de que cada cual debe ocupar el lugar que le corresponde» y los ediles son miembros de la coporación municipal.

Explicaciones de la JLF

La Junta Local Fallera ha emitido un comunicado oficial en el que, niegan que se prohibiera el acceso al ayuntamiento. Remarcan que «el espectáculo programado, en el que intervinieron medio centenar de personas, imposibilitaba que los concejales --cumpliendo con las normas sanitarias por el covid-- pudieran estar en el edificio». Además, de haberse desarrollado con normalidad el evento --no fue así por la lluvia-- explican que «estaba programada la subida de los ediles al balcón para el parlamento de las falleras mayores de la ciudad».

En cuanto al accidente, indican que el protocolo de seguridad planteado para el acto precisaba que el público debía estar tras un vallado perimetral, alejado de la fachada del edificio. «A causa de la lluvia, decidimos, sin autorización previa, incumplir la norma», permitiendo que la gente no se quedara tras esa barrera «y fue en ese momento cuando tuvo lugar el accidente». Sobre las acusiones de VOX en las que aseguran que nadie de la junta se preocupó por la concejala, lo niegan con rotundidan y señalan que «nos preocupamos en todo momento por la edila afectada en cuanto acabó el acto y mostramos nuestras disculpas», reiterándolas además en el mismo comunicado.

Desde la JLF, a su vez, han lamentado «las acusaciones de algunos concejales, con denuncias infundadas» y defiende que los nuevos responsables de la entidad apostaron por una «democratización» del colectivo festivo, lo que «supuso un paso hacia una fiesta abierta, poniendo en el centro la voluntad de los falleros y las falleras de la Vall».

La presidenta de la JLF, Sheila Martínez, asegura que nadie esperaba que un incidente fortuito e involuntario haya ocasionado una polémica de estas características.