Podía haber sido distinto, innovador, introducir algún cambio significativo que lo hiciera especial, pero el Xupinasso del 2022 no será recordado por eso, sino por lo esperado que ha sido. Dos veranos de sequía festiva se han hecho muy largos y las ganas de romper con toda esa espera, de dejar en el pasado los malos recuerdos de la pandemia, se sintieron en la plaça del Centre de la Vall d’Uixó. El ambiente era inmejorable en los minutos previos, pero cuando a las seis en punto de la tarde la alcaldesa, Tania Baños, ha disparado el primer cohete, el clamor ha sido unánime: «Ja estan ací, les Penyes en Festes!» y el estruendo de las charangas ha puesto la banda sonora.

Alegría. Ese ha sido el sentimiento común, de quienes han buscado mangueras y cubos de agua en todas las ventanas del pasacalle que protagonizan las peñas una vez inauguradas las fiestas, pero también de quienes han querido acompañarles en el recorrido como espectadores, cuando en realidad también son protagonistas.

Unas fiestas para todos

Porque ese es el mensaje común que lanzan la alcaldesa y el presidente de les Penyes, Vicent Pitarch. «Estas son unas fiestas de todos». Y el programa está diseñado para hacerlo posible. Para vivir estas celebraciones, como remarca Pitarch, no hace falta enfundarse una de las coloridas blusas de peña, aunque quienes las llevan, los peñistas «son los verdaderos artífices de estas fiestas, son posibles por ellos, pero quieren compartirlas». 

El espacio gastronómico y musical o los actos taurinos son opciones abiertas «al conjunto de la población», como los conciertos, que este año se cuentan por decenas, los actos infantiles alternativos, como el Xupinasso que realizaron ayer por la mañana. Y esto solo acaba de empezar.