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Benicarló desbloquea el sellado del vertedero, cerrado desde el 2011

El Ayuntamiento inicia el procedimiento para poder realizar las expropiaciones de los terrenos este año

El vertedero municipal de Benicarló situado en la carretera de Càlig no presta servicio desde mayo del 2011. MEDITERRÁNEO

Benicarló avanza en los trámites para lograr sellar su antiguo vertedero municipal, que no presta servicio desde el 2011, con el inicio del procedimiento para realizar las expropiaciones de los terrenos . La actuación del sellado, que debe ejecutar la Generalitat Valenciana, estaba prevista para el 2018, pero finalmente no se llevó a cabo porque el Ayuntamiento desconocía la titularidad de algunos terrenos afectados. 

Ahora, cuatro años después, el gobierno municipal saca a exposición pública el Proyecto de expropiación forzosa por tasación conjunta para la adquisición de parcelas cualificadas como dotacionales públicas en el Plan Especial para reserva de suelo para la implantación de equipación infraestructura-servicio urbano en la partida Vil.laperdig de Benicarló. La alcaldesa, Xaro Miralles, confirmó ayer a Mediterráneo que el proceso, aprobado en el último pleno, se encuentra ahora en periodo de alegaciones durante un mes, tal y como publicó ayer el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV). 

Aunque la actuación la llevará a cabo la Dirección General de Calidad Ambiental, «el Ayuntamiento debe poner a disposición de la Conselleria de Medio Ambiente todas las fincas que deben sellarse», detalló Miralles. «Esperamos que antes de final de año podamos tener las fincas», añadió.

Al tratarse de un proceso de expropiación, «sabemos que, por norma general, la valoración que hace el Ayuntamiento no coincide con lo que quieren los propietarios, pero nosotros avanzamos con los trámites que marca la ley y, si tenemos que ir al jurado provincial de expropiaciones, ya lo dirán los propietarios de las fincas que expropiemos», subrayó.

«El proyecto estaba valorado entre dos y cuatro millones», afirmó la primera edil, que recordó que «el planteamiento ya se hizo en su día» pero el proyecto quedó en el aire. Por ello, el Consell adjudicó en junio la redacción de la actualización del procedimiento.

El antiguo vertedero está ubicado en la carretera que conecta con Càlig. Este comprende un terreno formado por fincas de titularidad municipal y por otras privadas. Por ello, explicó la alcaldesa, «se ha iniciado un procedimiento de expropiación de las mismas para que, una vez estén a nombre del Ayuntamiento, la Conselleria empiece el proyecto».

El vertedero no presta servicio desde mayo del 2011 y Miralles aseguró que su sellado «es una reivindicación histórica que, además, evitará posibles incendios en una zona calificada de alto riesgo». Respecto a futuros usos del espacio, «las posibilidades son limitadas pero pusimos sobre la mesa la construcción de un parque de placas solares», concluyó. 

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