El Ayuntamiento pedirá intervenciones «importantes» para mejorar la eficiencia

Licitan la solución a los vertidos de la depuradora de la Vall cuando llueve

Colocarán sistemas que eviten desbordes con una inversión que suma 175.000 euros

La alcaldesa y el concejal de Sostenibilidad en una visita reciente a la EDAR.

La alcaldesa y el concejal de Sostenibilidad en una visita reciente a la EDAR. / Mònica Mira

La adjudicación de las obras para solucionar los vertidos que sufre la depuradora municipal de la Vall en episodios de lluvias torrenciales está ya en trámite. El proceso de licitación se ha abierto y las empresas han empezado a presentar sus propuestas técnicas y económicas para acometer una inversión que ronda los 175.000 euros.

El problema no es menor. Como explicó en su día el edil de Sostenibilidad, Fernando Daròs, cuando las precipitaciones son abundantes no es extraño encontrar en el cauce del río Belcaire restos de toallitas, papel o mascarillas provenientes de la balsa de recogida de las aguas residuales. La solución técnica estaba definida y el presupuesto reservado, solo hacía falta completar el proceso burocrático para contratar la obra.

El fin de los vertidos pasa por ejecutar dos proyectos: la instalación de un tamiz en la arqueta de descarga de los colectores (76.000 euros) y la puesta en marcha de una nueva unidad de proceso, de almacenamiento y dosificación de sal férrica (98.000 euros).

La primera actuación, «evitará el alivio de aguas residuales con sólidos gruesos, arenas y materiales flotantes», detallan. Como complemento al mencionado tamiz, sustituirán las compuertas de aislamiento antes del tratamiento por otras de mayor altura.

En las próximas semanas está previsto que comiencen las obras.

En las próximas semanas está previsto que comiencen las obras. / Mònica Mira

Más de 30 años de uso

La alcaldesa, Tania Baños, recuerda que estas instalaciones se construyeron en los años 80 y urgían mejoras como las que van a acometerse. Es el caso de los depósitos de almacenamiento de productos químicos. «No disponen de cubeto para el caso de vertido o fuga», señala. A su vez, las bombas de dosificación de sulfato férrico, esencial en el tratamiento de las aguas residuales, «están en la sala de deshidratación de fangos, a más de 140 metros de distancia del tratamiento». En el segundo proyecto van a realizarse «las actuaciones necesarias para adaptar las instalaciones a la normativa vigente», indica Baños.

El equipo de gobierno no quiere que esta sea una inversión aislada. Van a solicitar a la Epsar (entidad dependiente de la Generalitat) una «intervención importante», con la instalación de placas fotovoltaicas y «sistemas más eficientes», para un mejor aprovechamiento de las aguas tratadas. 

Suscríbete para seguir leyendo