La asociación de Castellón que logra que personas en sillas de ruedas puedan subir a la montaña
Voluntarios apasionados por la montaña hacen posible que personas con capacidades físicas limitadas puedan cumplir el sueño de subir a las mismas, convirtiéndose en el medio para eliminar cualquier obstáculo
Querer no siempre es sinónimo de poder, pero una mano tendida puede abrir las puertas a un mundo de posibilidades que en otras circunstancias serían inabarcables. Desde hace ya algunos años, varias decenas de voluntarios se dedican en Castellón a derribar imposibles.
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Comparten la convicción de que «todos necesitamos la montaña». Su compromiso es que nadie que desee ese contacto primigenio con la naturaleza tenga que renunciar a sentirlo por unas condiciones físicas adversas.
Cazarettos es el nombre de una asociación nacida en esta provincia hace una década, por iniciativa de una persona que impulsó diferentes proyectos con el propósito de recaudar fondos para destinarlos a la investigación de una enfermedad minoritaria, el síndrome de Rett. Entre sus logros estuvo conseguir una silla adaptada para facilitar el acceso a zonas abruptas y montañosas de las personas con movilidad reducida.
Hacer frente a lo imposible
Ponen los medios físicos para hacer la montaña accesible y llenan su iniciativa de valores humanos
Hace unos seis años, la actividad de Cazarettos dio un vuelco que la convirtió en lo que es hoy, un grupo de voluntarios comprometidos con la superación de barreras, estén donde estén. Su actual presidente, Jaime Barrantes, resume su actividad explicando que «ponemos a disposición de la gente que lo necesita las herramientas para poder acceder a la montaña».
Los instrumentos pueden ser la silla adaptada, una barra direccional para ciegos o los dispositivos para hacer rappel guiado. Una serie de medios físicos indispensables en su actividad, pero que no tendrían ninguna utilidad sin el componente humano, que es la sabia de este proyecto.
El colectivo cuenta en la actualidad con unos 60 socios, «voluntarios somos más». Gente que dedica parte de su tiempo libre a acompañar a personas con capacidades físicas limitadas para que «hagan realidad un sueño».
"Hemos funcionado por el boca a boca"
Reconoce que nunca han publicitado su actividad. Hasta el día de hoy, «hemos funcionado por el boca a boca», porque están convencidos de que de lo contrario, no podrían abarcar todas las peticiones que les llegarían. Colegios, institutos o instituciones cuentan con ellos para hacer accesible el medio menos accesible del planeta, los agrestes paisajes montañosos. Y no se limitan solo a eso. En el 2022 participaron en la media maratón Els Dements de Eslida y en el 2023 recuperarán una iniciativa que tuvieron que interrumpir por la pandemia, el Trail Rompebarreras.
Dan su tiempo, su esfuerzo, su humanidad. También reciben la inconmensurable sensación de sentirse útil, «es algo que llena mucho, enriquece». Y tienen otro propósito: trasladar esa vocación solidaria a los más jóvenes, «para que nos cojan el relevo» y que esta cadena de solidaridad no conozca de límites.
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