Burriana aprueba el tan reivindicado proyecto para acabar con las inundaciones en la Serratella

Paso decisivo para que los tan reivindicados tornillos de Arquímedes sean por fin una realidad en Burriana para acabar con las inundaciones en la zona de la Serratella. La junta de gobierno local ha aprobado el tan esperado proyecto, que incluye el sistema de drenaje natural al mar, entre el camí Ballester y el camí la Coixa, e instalar estas canalizaciones cara a paliar los continuos problemas de escorrentías que sufre este área del núcleo marítimo en los episodios de lluvias intensas.

Esta luz verde municipal permitirá sacar en breve a licitación las obras, que saldrán a concurso por un total de 1.245.386 euros (789.092 euros el capítulo 1 de obra civil y 456.294 euros la instalación de los dos tornillos de Arquímedes). El plazo previsto de ejecución es de ocho meses.

Burriana ultima la activación de dos tornillos de Arquímedes en la zona de la Serratella

Doble objetivo

El propósito del proyecto, como explica la alcaldesa, Maria Josep Safont, es doble. «Por un lado, recuperar una salida natural histórica hacia el mar de las acequias que recogían toda el agua de lluvia de las parcelas agrícolas situadas entre el camí Ballester y el camí la Coixa; y también cumplir con el Patricova, evitando las inundaciones en toda la zona de la Serratella», expone.

Las obras se concentrarán justo al norte de la gola de la Coixa, para recuperar la salida al mar y drenar el agua acumulada mediante su captación en dos tramos. Uno es la acequia del Rajolí, en el tramo de vial perpendicular al camí Serratella; y el otro es el punto bajo del ámbito en la intersección del camí la Coixa con la acequia del Rajolí. Para ello, utilizarán dos tornillos de Arquímedes para elevar el agua captada para salvar el desnivel existente.

Es un mecanismo hidráulico de gran ayuda para la extracción de grandes caudales de agua en casos de inundaciones o grandes temporales. Así, con los dos tornillos aumentarán considerablemente la velocidad de evacuación de las pluviales al mar, en una zona con una capa freática muy próxima a la superficie que precisa de un rápido drenaje y, así, minimizarán los efectos de las inundaciones con las que tienen que bregar los vecinos de la zona.

Cada tornillo, de un diámetro 1.900 milímetros, será capaz de evacuar hasta 1.000 litros de agua por segundo, es decir, tres veces más de capacidad de desagüe que la bomba de 70 CV que el Ayuntamiento utilizó para drenar la acequia del Rajolí en su salida al mar en las ocasiones que ha sido necesario.