FIESTAS Y TRADICIONES POPULARES

Portell se entrega al rito del fuego y las tradiciones locales por Sant Antoni

El municipio de Els Ports ha completado la programación con las citas habituales de estos días

C. Marcos

Bien es sabido que la fiesta de Sant Antoni se celebra en el mes de enero, pero no son pocos los municipios de la provincia de Castellón que alargan sus programaciones, como se ha podido comprobar este fin de semana en Portell, donde los vecinos han dado fiel cumplimiento a sus ritos y costumbres, heredados de sus antepasados, y que se mantienen vigentes por el compromiso de jóvenes y mayores por preservarlos y exhibirlos año tras año.

Desde el Ayuntamiento han hablado de «apoteosis de la fiesta del fuego, los animales y la tradición» para resumir los últimos días, donde la colla l'Empastre y Beerwinkel PP han contribuido a la organización de los diferentes actos previstos, en manos del consistorio.

La jornada del sábado se dedicó al montaje de la barraca, «sustentada sobre el maio», sobre el que se plantaron les costelles, como describen fuentes municipales, que detallan como el esqueleto de troncos «se vistió con la leña recogida por los voluntarios y las voluntarias del pueblo».

Dos hogueras

Cita ineludible, después del imprescindible almuerzo, fue el arrastre con las caballerías de las carrascas que alimentarían horas después la hoguera. En realidad las hogueras, porque en Portell se plantan dos, la de tronques «que forma brasa durante toda la fiesta» y la barraca, que se prende coincidiendo con el final de la programación.

La pausa para comer es religión, y a continuación la trança (subasta) de productos populares donados por el vecindario para recaudar fondos con los que financiar la fiesta. Ya por la tarde, el mismo sábado, en la ermita de la Mare de Déu de la Font se recitó a caballo la primera relación --dicho o poema popular que repasan la vida en el municipio--, en la plaza se pronunció la segunda.

Recta final

Ese rito dio paso a la bendición de los animales y el reparto de pastissos. No faltó el Ball Pla, la llegada de la abuela, Sant Antoni y els diablicos, personajes que dan vida a esta fiesta, y el atávico encendido de la hoguera.

El domingo ha sido eminentemente religioso, con una misa y la procesión.