Otra muerte masiva de peces en Castellón: "Encontramos cientos de lisas y decenas de anguilas"

Cuando todavía no ha pasado un año desde que se produjo un incidente similar, la desembocadura del río Belcaire en Moncofa ha vuelto a ser el escenario de la «muerte generalizada» de peces, aunque las causas más probables en esta ocasión son distintas, como también las consecuencias.

Desde la Associació Agents Mediambientals confirman que las primeras muertes se detectaron el 12 de mayo. En ese momento, no se dio mayor importancia al hecho porque «aunque son animales resistentes, que aparezcan peces muertos en este tipo de lugares, con aguas pobres en cuanto a la calidad, está dentro de lo normal».

La valoración cambió cuando el día 23 se localizaron «cientos de llisas y decenas de anguilas», esta última una especie protegida. La Generalitat inició una investigación para identificar las razones.

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Los primeros análisis de los restos retirados apuntan a la presencia de un microorganismo. Todo apunta a que los peces murieron enfermos, por un virus o una bacteria, que se ha reproducido en ese lugar por la situación de sequía y la imposibilidad de regenerar el agua, porque el mar bloquea la renovación del agua con el depósito de gravas en la desembocadura.

Problema recurrente

Tanto las llisas como las anguilas tienen una alta tolerancia a las aguas salinizadas, y la zona en la que aparecieron muertas «tenía niveles de oxígeno normales». Esta mortandad masiva, por tanto, se habría evitado si «se realizaran tareas de mantenimiento en la desembocadura, permitiendo la recirculación del agua».

El caso es «especialmente grave», indican, porque la cantidad de anguilas muertas «ha sido muy alta». 

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